Tras la llegada del técnico escocés David Moyes tienen que llegar los cambios que necesita la Real Sociedad. La mala planificación de la pretemporada y la poca intensidad que aplicó Jagoba Arrasate se nota y se siente. No tan solo con la dura derrota de Krasnodar, sino que es imposible que un equipo de Primera División a los 60 minutos de juego esté totalmente fundido.
Mr Moyes tiene mucho trabajo en Zubieta. Sólo con una semana de verdaderos entrenamientos han servido para que el equipo salga con otra intensidad al terreno de juego de Riazor. El escocés no realizó muchos cambios y el equipo fue el que se esperaba. Con las bajas de Iñigo Martínez y Mikel, Ansotegi y Elustondo – el super 4 no creo que dure mucho− fueron los centrales titulares.
En la primera parte la Real Sociedad salió enchufada, con las ideas bastantes claras, tratando de tocar y tocar hasta encontrar el área rival. Las bandas que hasta hora con Arrasate no se vieron, fueron fundamentales. Tanto Chory Castro como Canales se mostraron muy activos. De mientras, el incisivo Carlos Vela actuó de enganche buscando todo tipo de desmarques. El mexicano tuvo dos disparos desde la frontal del área pero no encontró el premio del gol.
Pero en la segunda parte David Moyes se encontró con la herencia que le ha dejado Jagoba Arrasate. Un técnico que tantos años ha entrenado en la Premier League al ver a sus jugadores con tan pésima preparación física se tiene que quedar patidifuso. La Real deambulaba por el terreno de juego y el Deportivo se fue asentando en el partido aunque, eso sí, sin ningún disparo a puerta. Los txuri-urdines cambiaron de recurso y buscaron balones largos a Agirretxe sin demasiado éxito. La vela de Carlos V también se fue apagando poco a poco y el equipo no se encontraba nada cómodo. El único que mantuvo la concentración y la intensidad fue Ansotegi, capitán ante el Deportivo.
Moyes introdujo la calidad y juventud riojana como son Rubén Pardo y Pablo Hervías por Chory y Canales, este último por problemas físicos. La Real salía con muy poco al contraataque y esto le benefició al Depor que atrincheró a los vascos dentro de su portería. Fue entonces cuando los gallegos tuvieron la oportunidad más clara del partido. En un balón aéreo, Insua, casi adelantó a los suyos, pero el remate con el hombro no fue preciso y Zubikarai pudo atajar sin problemas.
Y así llegamos al final del partido, que acabó tal y como empezó, sin goles. La Real Sociedad deja por primera vez su portería a cero y consigue volver de tierras gallegas con al menos un punto. El escocés tiene muchísimo trabajo por delante, principalmente en el aspecto físico. Veremos si su metodología de entrenamiento surge efecto y vemos a una Real Sociedad con más intensidad y con más chispa no solo los primeros 60 minutos de partido. La afición txuri-urdin se muestra con ganas e ilusión en esta nueva etapa y veremos si el equipo puede encadenar buenos resultados para devolver a la Real a la zona alta de la clasificación, que es donde se merece estar.