El portero holandés Tim Krul, jugador propiedad del Newcastle cedido hasta ahora en el Ajax, tenía todo a punto para irse cedido al Watford de Walter Mazzarri. El portero estaba interesado en un movimiento hacia Vicarage Road y los Hornets también, pero entonces algo salió mal. Algo completamente inesperado, random.
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Según ha podido saber De Telegraaf, el portero neerlandés se hartó del reconocimiento médico que tuvo que pasar para fichar por el club inglés porque era, literalmente, demasiado largo. «El médico miraba cada hueso y cada músculo», ha declarado. La falta de paciencia de Krul le hizo coger un avión de regreso a Holanda en cuanto pudo y se abrieron entonces las conversaciones entre Newcastle y AZ. Quedaba poco tiempo, el club de la Eredivisie no dudó y Tim Krul jugará cedido en el AZ Alkmaar hasta final de temporada. Una rocambolesca historia como las que siempre nos dejan los deadline days.
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