El grupo más interesante de la primera fase del Mundial empezó con un sabor un tanto agridulce. No porque pasara nada malo, sino porque pasó menos de lo que esperábamos. Croacia y Marruecos empataron sin goles en el que fue el tercer 0-0 de los últimos cuatro partidos -en aquel momento. El siguiente entre Alemania y Japón volvió a tener actividad en el marcador-.
El Grupo F es, sin duda, el más complicado del Mundial. Está formado por Bélgica y Croacia, semifinalistas de la última Copa del Mundo; Canadá, el mejor equipo de la fase de clasificación en CONCACAF; y Marruecos, mejor equipo de su grupo en la fase de clasificación con 20 goles a favor y tan solo 1 en contra. En el estreno del grupo, Croacia y Marruecos, principales candidatos a la segunda plaza, empataron sin goles y con menos ocasiones de las que esperábamos.
El plan de partido de Croacia parecía bastante claro: balones a Modric y que haga su magia. Seguro que era algo más profundo pero a la hora de la verdad poco más demostraron. Al principio del partido el capitán croata esperaba en sectores ligeramente avanzados del campo con intención de recibir y, desde esa posición, generar ocasiones. Con el paso de los minutos quiso participar más en el juego, pues sus compañeros no estaban logrando encontrarlo en situaciones de ventaja, por lo que empezó a retrasar su posición en busca de generar desde atrás. Esto facilitó las salidas de balón y la ruptura de las primera línea, pero lo apartaba de la creación ofensiva. Muchas veces se dice que Luka Modric es capaz de estar en todas partes, pero es una exageración propia de las narrativas y en partidos como este se evidencia. Tampoco se le puede exigir eso, ni a él ni a nadie. Tuvo en sus botas una de las mejores ocasiones de los croatas, un disparo potente desde la frontal del área, pero se le marchó alta.
Del lado marroquí, el talento de Hakimi y Ziyech por la banda derecha salió a relucir. Qué bien le hace a esta selección tener al extremo del Chelsea, es fundamental. Si bien es cierto eso, Ziyech fue desapareciendo con el paso de los minutos, un decrescendo en toda regla. Hakimi, por su parte, fue un puñal por la banda derecha, también favorecido por esa tendencia de Ziyech a irse hacia dentro por ser un zurdo a pierna cambiada. Es increíble la capacidad de liderazgo que tiene desde la posición de lateral derecho. Pese a que seguramente ambos son las estrellas de Marruecos, nuestro ‘Jugador Panini’ fue Sofyan Amrabat, el pivote del equipo africano que estuvo omnipresente en el sector defensivo, incluso subsanando sus propios errores en salida de balón, que fueron pocos. El dominio del partido fue de Croacia por lo que el 0-0 se explica en gran parte por su trabajo. Abde, jugador que en España conocemos bien, salió en la segunda mitad a intentar revolucionar el partido con su electricidad pero la veteranía de Lovren hizo que se lo metiera en el bolsillo. No le salió nada al extremo culé cedido en Osasuna.
Con este resultado en el partido de la mañana el Grupo F se queda totalmente abierto. Si alguno de los dos se hubiera llevado la victoria habría dado un gran paso de cara a clasificarse a octavos, pero no fue así y se saldó con un empate que seguramente le sirve más a Marruecos que a Croacia. Sigan pendientes de este grupo porque promete mucho.
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