Carlos Tevez reafirmó su posición como máxima estrella de Boca Juniors con dos goles y una asistencia en el gran triunfo por 4-2 de visitante en el «Superclásico» con River Plate, que le permitió saldar su deuda personal con este tradicional hito del fútbol argentino.
«Hice un gran partido y por fin me saqué ese peso que tenía, que creo que es el último que me quedaba», declaró feliz el «Apache» tras la victoria en el estadio Monumental de Buenos Aires.
Pocos días antes había reconocido su asignatura pendiente de «jugar bien los clásicos». «No puedo traspasar esa barrera de hincha a jugador, algo que no me pasa en otros partidos. Tengo que cambiar eso», había deseado el futbolista, que desde su regreso al club «xeneize» tuvo muchos altibajos en su juego.
Tevez no dejó hoy dudas de que lo logró ante River. «Fue uno de los partidos que más libre me sentí», resumió hoy el delantero, quien elevó su segunda diana hoy al podio de sus mejores tantos junto al famoso gol a River en la Copa Libertadores 2004 que celebró con el gesto de «gallinita», como se burla a los riverplatenses.
Guió a Boca, le dio la asistencia a Walter Bou para abrir el marcador, se puso el equipo al hombro a la hora del contraataque y cuando el marcador mostraba un 2-1 adverso, anotó los dos goles que dieron vuelta la cuenta y a los que se sumó a último momento el tanto de Ricardo Centurión para sellar el triunfo.
Hasta el técnico rival, Marcelo Gallardo, reconoció esta noche que Tevez «hizo un golazo y es de esos jugadores que tienen la cualidad de poder ganar un partido».
Los planes de Tévez
El gran momento de Tevez queda sin embargo empañado por la posibilidad de que el ex delantero de la Juventus acepte una multimillonaria oferta para irse a jugar a China o, directamente, retirarse del fútbol.
El jugador evitó hoy dar precisiones. «La gente de Boca sabe que yo muero por estos colores», aclaró primero.
«Pero el día a día es muy difícil, el mundo fútbol está muy loco y se vive sólo de los resultados y te cuesta poder disfrutar. Cuando se mete esa dificultad en la familia uno tiene que parar la pelota y pensar qué necesita para ser feliz, llegar bien a cada partido o disfrutar la vida misma», alertó. Y citó como ejemplo que si un día pierde con Boca, no puede salir a un restaurante con su familia porque recibirá críticas en los lugares públicos.
«Solamente quiero descansar mi cabeza y seguir haciendo goles como hoy. El día que no le haga bien a Boca voy a dar a dar un paso al costado, no quiero ser un peso para Boca», aclaró.
Sus planes ahora son jugar el próximo fin de semana el último partido del semestre, tras el cual el torneo argentino entrará en receso hasta fines de febrero, celebrar su boda con su pareja y luego irse de vacaciones junto a toda su familia «a despejar la cabeza» y definir su futuro en Boca.