Casi nada es eterno y menos en el fútbol, en el que los intereses de unos y otros juegan un papel trascendental. John Terry, leyenda, capitán y líder del Chelsea, no vivirá su particular cuento de hadas, por lo que pondrá el punto y final a su etapa en el club londinense a final de temporada, después de que los blues hayan decidido no ofrecerle la renovación. Con su marcha, el Chelsea dirá definitivamente adiós al último miembro de su columna vertebral: Cech, Terry, Lampard y Drogba.
Tras tres años en las categorías inferiores del West Ham, Terry se desplazó a Stamford Bridge: debutó con 17 años, se afianzó como titular en la campaña 2000/01, se convirtió en una leyenda y 18 temporadas después marchará con la satisfacción de haberse dejado el alma en cada encuentro. De hecho, él es el tercer jugador con más partidos en la historia del club tras Ron Harris y Peter Bonetti. En esta longeva etapa ha logrado 16 títulos (de los 25 con los que cuenta el club londinense), entre los que destacan las 4 Ligas, la Liga de Campeones en Múnich y la UEFA Europa League en Ámsterdam.
El defensor de 35 años tomó la decisión en la previa del encuentro de Premier League contra el Arsenal y la hizo oficial tras el partido de FA Cup contra el MK Dons: «Dicen que las cosas pueden cambiar cuando llegue el nuevo entrenador, pero ahora mismo es un ‘no’. Necesitaba saberlo ahora, como cada enero. Desafortunadamente ha sido que no. Terminaré mi carrera en otro sitio, que es algo que me ha costado un par de días superar», explicó.
Aunque a él le hubiese gustado terminar su carrera como jugador del Chelsea, probablemente lo hará en el otro lado del charco. Y es que si algo tiene claro Terry es que no fichará por ningún otro club de la Premier, pues lo último que desea es competir contra el equipo de su vida. Precisamente por esto último, el defensor inglés tiene claro que, una vez retirado, regresará “como un fan con sus hijos” para “ver al Chelsea ganar”.
Su marcha pone fin a una era en Stamford Bridge. El nuevo entrenador iniciará su andadura con dolores de cabeza: el Chelsea ha perdido en pocos años a su columna vertebral y sustituirla, en cuanto a calidad, parece, hoy por hoy, una utopía. El objetivo debe ser encontrar algo que se les asemeje y que defiendan pilares tan básicos como el amor por la camiseta, defender siempre al club y dejarse la piel en cada encuentro.