Suplir a una leyenda

El Sporting de Huelva afronta (otra vez) la temporada más difícil de su historia en la máxima categoría del fútbol femenino español. Con una plantilla modesta y prácticamente nueva (nueve fichajes y 13 salidas), el auge de la competición y la inversión realizada por la mayoría de clubes lleva al modesto club onubense a vivir en seria desventaja respecto a sus rivales. El comienzo no ha sido ni mucho menos alentador: Tres partidos, tres derrotas, un gol a favor, 12 en contra.

El 4-0 ante el Sevilla parecía ser la gota que colmaba el vaso, y eso que el Sporting ha salido de situaciones peores. Pero nadie podía esperar la dimisión de Antonio Toledo, leyenda del club no solo por haber sido su único entrenador durante 16 años, sino porque fue él mismo junto con Manuela Romero quien lo fundó en 1979 como equipo de fútbol base masculino. En 2004 se convirtió en un equipo femenino que lideró como técnico y director deportivo, logrando el ascenso a la Superliga, la consolidación y el culmen con la conquista de la Copa de la Reina en 2015.

Hace años que el Sporting de Huelva se mueve por un alambre. El crecimiento del fútbol femenino, en parte gracias al trabajo de personas como Antonio, ha provocado que esa misma ola haya estado a punto de llevarse por delante un proyecto sostenido por alfileres. El hecho de no contar con un gigante económico a sus espaldas y la feroz competencia que existe actualmente en el mercado español (incluida la Segunda División) obliga a Toledo a hacer malabares cada verano y cada invierno. Ya en la 18-19 la situación llegó a ser tan crítica que el Sporting acabó la temporada con los mismos puntos que el descendido Málaga. La pasada campaña, hasta el parón por la crisis sanitaria, el Sporting marchaba antepenúltimo a solo un punto de los puestos de descenso tras una sola victoria en siete partidos.

El hecho de que este curso desciendan cuatro clubes a Reto Iberdrola, o que si se disputa al menos el 51% de la competición y no se puede jugar más, convierten esta temporada en la más difícil de la historia para aquellos que luchan por salvar la categoría, sobre todo para una Sporting que logró la permanencia fuera del campo y ahora puede descender de la misma forma.

“Esta decisión obedece sobre todo a la situación que vive nuestro país con la pandemia del covid-19 y que considero que no son idóneas para la práctica de un deporte como el nuestro, que necesita de la movilidad constante por toda la geografía nacional”, explica Antonio Toledo en su comunicado. Lejos de considerarle un capitán que abandona su barco antes de hundirse, la afición ha entendido que el preparador onubense, de 62 años de edad y considerado entre los grupos de riesgo ante la enfermedad, haya decidido exponerse lo menos posible en un momento delicado para nuestro país, en plena segunda ola del Covid-19. Sin ir más lejos, el coronavirus ya está provocando la suspensión de partidos como el del pasado domingo entre Levante y Real Madrid por tres positivos en la plantilla granota. El Atlético ha llegado a contar con siete casos diferentes, cinco de ellos a las puertas de disputar la Champions League tras el confinamiento domiciliario. Según las previsiones, la situación va camino de empeorar.

Toledo, el entrenador con más partidos de la historia de la Primera División femenina (443), seguirá  con un cargo en la dirección deportiva, dejando en el banquillo a Jenny Benítez, quien formaba parte de su cuerpo técnico. “Tienen que dar el doscientos por cien de lo que tienen y amar el escudo del Sporting de Huelva como yo lo amo”, ha afirmado en declaraciones al club la que ya es la tercera mujer en un banquillo de Primera Iberdrola esta temporada, tras María Pry (Levante) y Natalia Arroyo (Real Sociedad). Se enfrenta a un doble reto mayúsculo: sustituir a una leyenda del club y del fútbol femenino español; y lograr la permanencia en el momento más difícil de su historia.

Imagen de cabecera: Ricardo Nascimento/Getty Images For VfL Wolfsburg