Este equipo tenía que explotar. Llevaba mucho tiempo luchando y peleando por un ansiado oro que se resistió en Londres y en Tokio. A la selección de waterpolo femenino solo le quedaba esta guinda para culminar un palmarés envidiable. Llegaron a París con la maleta llena de ilusión y el objetivo entre ceja y ceja. Lo han llevado a cabo con firmeza; un pleno de victorias en un torneo que nos ha emocionado de principio a fin. Las expectativas crecían de manera inconsciente. Las de Miki Oca (a los mandos desde 2010) han mostrado su superioridad en la piscina y también su resistencia ante momentos donde la competición les exigía saber sufrir. El reto mayúsculo de buscar un billete para la final ante la que se erigió campeona mundial frente a ellas. Nadie les podía comer la moral esta vez.
Este oro llega con promesas de nuestro deporte como Elena Ortiz o una inconmensurable Martina Terré que se ha hecho grande bajo la portería de La Défense. Y con aquellas que volvían a encontrarse ante la que sería, probablemente, su última oportunidad. Laura Ester, Maica García, Pili Peña o Anni Espar. Como una supernova, que termina explotando de manera brillante, sin que el polvo espacial pudiera ocultar su luz para que todos pudiéramos observarla desde cualquier lugar del planeta. En el agua, las lágrimas no eran invisibles. Solo ellas saben lo que ha costado alcanzar esto.
En su nueva versión, de campeonas olímpicas, nos preguntamos: ¿de qué más van a ser capaces? Porque el hambre de estas jugadoras no termina aquí. Este éxito es hilo conductor de un argumento que se empezó a fabricar hace tiempo y que seguirá tejiendo su propia historia. La astronomía nos explica que cuando vemos una estrella observamos el pasado. Estamos viendo la luz de ese propio astro años atrás. Si miramos a esta selección ganadora, también contemplamos los éxitos y la perseverancia de Jennifer Pareja, Roser Tarragó o Mati Ortiz, entre otras. Esto también es suyo. La primera no se olvida, tampoco todo lo que formó parte de ello para llegar hoy hasta aquí: en la cima, en lo más alto.
Contenido patrocinado por Iberdrola