Javier Marín | Leyenda, dícese de aquella persona o cosa muy admirada y que se recuerda a pesar del paso del tiempo. En leyenda, entonces, es en lo que se ha convertido un chavalito de Belgrado, que creció sosteniendo una raqueta de tenis, y que a base de esfuerzo y de mucha constancia pudo poner su nombre en la historia del tenis para toda la vida. La leyenda de la que hablo se apellida Djokovic y se llama Novak, aunque recientemente se le conoce como el campeón de Roland Garros.
Nole era un jugador excepcional que había coincidido en el tiempo con dos genios del tenis, como los eran Rafael Nadal y Roger Federer. Tanta era la supremacía de estos dos jugadores que desde el primer Grand Slam que ganó el suizo hasta el segundo que ganó el serbio pasaron 31 Grand Slams, de los cuales 16 se los llevó Federer, 9 fueron para Nadal y 2 para nuestra leyenda. Pero Djokovic se puso a trabajar, no quería ser uno más entre la multitud, quería ser ese que sobresaliese de la masa. Quería pasar de jugador excepcional al estatus de sus dos adversarios, genio del tenis.
Desde ese segundo Grand Slam que ganó Nole hasta el último que consiguió en tierras parisinas han pasado 21 Grand Slams de los cuales 1 fue para Roger, 4 para Rafa y 9 para Novak. Han cambiado las tornas, ya no hablamos de esa promesa que de vez en cuando se colaba entre los mejores, ahora él es el mejor y no deja colarse a nadie. Cuando una persona no se conforma con la grandeza, y a través del trabajo busca la excelencia, consigue resultados como los del serbio.
La victoria en Roland Garros no es solo su doceavo Grand Slam, sino la consolidación de su nombre en la historia del tenis. Con esa victoria ante Murray consigue meterse en la lista selecta de jugadores que han ganado todos los Grand Slams, y el segundo tras Rod Laver en ser el vigente campeón de los cuatro Grand Slams, algo a la altura solamente de una leyenda. Él se ha convertido en eso, en leyenda del tenis.
Se dice que el fútbol es un deporte donde juegan once contra once y siempre ganan los alemanes. Pues creo que es hora de decir, que el tenis es un deporte donde juega uno contra otro y siempre gana Novak Djokovic. A pesar de todo lo conseguido, aún le queda mucho por camino por recorrer al serbio, y nosotros somos los afortunados que lo veremos caminar.