Dicen que situaciones desesperadas requieren de medidas desesperadas. Algo así ha sucedido en Alpine para cerrar su dupla de 2023. Tras no satisfacer las necesidades de Fernando Alonso, vieron como Oscar Piastri, el piloto por el que habían invertido tantos millones y que fue el primer llamado para ocupar el asiento, también decidió continuar su futuro lejos de los franceses. Por alguna misteriosa razón, la cual parece relacionada con la incompetencia, no renovaron a tiempo el contrato del australiano y pudo marcharse libre a McLaren.
La decisión podrá ser más o menos acertada por parte de Piastri. Bien es cierto que no le deja en un gran lugar el abandonar al equipo que ha apostado por él para auparlo hasta la Fórmula 1, pero viendo el devenir de los franceses es factible pensar que quizás la mejor opción fue no seguir con ellos.
Dada la situación, en Alpine empezaron con su particular casting de pilotos. Llegaron a comentar que tenían una lista de unos 14 candidatos para ocupar el asiento que deja vacante el asturiano. La cantidad ya delataba que estaban bastante perdidos y el hacerlo público sacó a la palestra lo perdidos que se encuentran en todos los aspectos.
Finalmente, optaron por Pierre Gasly. Otmar Szafnauer lo definió como un piloto joven, experimentado y rápido, cualidades que según él ni Alonso ni Piastri tenían. En un intento por maquillar y hacer ver que se acabaron haciendo con la suya, el jefe de equipo volvió a meterse en la polémica. No tenía ninguna necesidad de decir que firmaban algo mejor de lo que tenían antes, básicamente porque lo que estaba previamente era tu primera opción y no ha querido seguir contigo.
Donde realmente llega la medida desesperada ha sido en desembolsar 10 millones de euros para liberar a un Pierre Gasly que estaba deseando salir del entorno de Red Bull al verse estancado en la estructura. Para un equipo de la zona media como es Alpine, pagar a tocateja esta cantidad monetaria por un piloto que no quería continuar con su situación actual es una auténtica locura.
La maniobra de Alpine habrá sido un paso adelante en el objetivo de tener un equipo 100% afrancesado. A partir de 2023, el equipo francés tendrá en sus volantes a los dos pilotos nacidos en territorio galo de la parrilla.
Según cuentan, la relación entre ambos pilotos no es especialmente buena. Tampoco entre las familias. Parece que incluso el equipo no permitirá que ambas familias coincidan en un mismo Gran Premio para evitar tensiones. Obviamente, esto es Fórmula 1 y lo importante es ser rápido en la pista, pero no sería de extrañar que acabara saltando chispas entre ambos que acabara por perjudicar el rendimiento del equipo.
El movimiento para 2023 lo considero claramente a la desesperada por lo expuesto anteriormente, pero no por ello tiene que salir mal. Alpine ha hecho su apuesta y esperan enderezar su rumbo tras una temporada con un rendimiento algo menor de lo esperado.
Será divertido tener a un equipo 100 % nacional en la parrilla. Marca y pilotos de una misma nacionalidad. Ahora toca ver cómo sale esta apuesta.
Imagen de cabecera: Alpine