Un penalti a Agüero, una mano a Lewandowski o Cavani, un vuelo espectacular al chut de falta de Alexis. Ese es Ter Stegen, ese jugador que juega las competiciones del KO y que pese a su edad ya las ha visto de todos los colores y se ha ganado, merecidamente, el respeto del mundo del fútbol. Venderle sería, a resumidas cuentas, para que todo el mundo pueda hacerse una idea, como dispararse al pie: no hay por edad, cualidades y mentalidad otra opción que le supere.
Si algo no se le puede cuestionar a Andoni Zubizarreta es que su elección de los porteros y del delantero, en la renovación de 2014, fue prácticamente inmejorable. No había margen de error y se acertó: Bravo ha aportado la experiencia en la competición de la regularidad, Ter Stegen el desparpajo en los torneos del KO y Luis Suárez no ha dejado presa sin cazar.
En la zona defensiva azulgrana siempre han existido muchas dudas e inseguridades, pero la simple presencia de cualquiera de los dos guardametas, el liderazgo de Piqué y el carácter de Mascherano ha solucionado muchas papeletas: que nadie se engañe, sin ellos la historia hubiera sido completamente distinta. El tridente defensivo no es igual de decisivo que el ofensivo, pero sí se le puede considerar más que eficaz.
Vender a Ter Stegen no únicamente implicaría perder a una pieza que está llamada a ser determinante en el Barça del futuro, sino reforzar también a un rival directo en Europa. Los grandes le quieren y no es para menos: pese a su edad, aporta experiencia, liderazgo y seguridad con los pies, en los uno contra uno, desde los 11 metros y por alto. Evidentemente, la confianza en sí mismo, sumado a la edad, le ha llevado a cometer algunos errores de bulto: como los goles del Athletic, de la Roma o de Estados Unidos. Nada, pero, que no se subsane con la edad.
Al fin y al cabo, si el problema reside en que a Ter Stegen le motiva jugar la Liga y a Bravo la Champions, que se intercambien los roles la temporada que viene y problema resuelto. Y es que si el Barça acepta su marcha se traicionará a sí mismo: nadie cumple mejor los requisitos para la portería azulgrana que Ter Stegen. Tiempo al tiempo.