Isco es aquel jugador que todo el mundo quiere tener en sus filas. Aquel jugador que encandila, o más bien, que encandilaba. Aquel joven futbolista español que en 2012 fue galardonado con el Golden Boy deleitaba con su fútbol, y tras su exitosa participación en la Champions League con el Málaga, fichó por el Real Madrid. Aquel futbolista emergía como una de las nuevas estrellas del fútbol europeo, una estrella que brillaba con fuerza pero, poco a poco, su luz se fue apagando.
Zinedine Zidane exprimió su mejor versión de él. Fue titular en las finales de Cardiff y Kiev. Todo el mundo esperaba que liderara a la selección española. De hecho, Julen Lopetegui lo convocó para Mundial de Rusia en 2018. Una Copa del Mundo que el técnico no iba a dirigir tras anunciar su fichaje por el Real Madrid. Sin embargo y volviendo al malagueño, su fútbol se fue apagando y parece que no hizo todo lo que tenía en su mano para remediarlo.
En 2019, el ex entrenador del Real Madrid y ex seleccionador Julen Lopetegui ficha por el Sevilla FC. Con su entrada también llegan nuevos jugadores. El técnico vasco se adaptó de fábula con el club andaluz, clasificando siempre al equipo en puestos de Champions. Sin embargo, el reto con el Sevilla en su cuarta temporada era mayúsculo. Se fueron los dos pilares defensivos, Jules Koundé y Diego Carlos y parecía que la plantilla se quedaba desnuda. Sin embargo, un nombre ilusionaba al sevillismo, el de Isco Alarcón. El jugador proveniente del Real Madrid fichaba por el Sevilla por petición expresa de Julen Lopetegui. El andaluz iba a vestir la camiseta del equipo hispalense durante las próximas dos temporadas. Sin embargo, el Sevilla FC anunciaba hoy que tanto el club como el jugador acordaban la recesión del contrato que les vinculaba. Su paso por el club ha durado cuatro meses y medio.
La etapa de Isco en el Sevilla se recordará sin pena ni gloria. Tan solo jugó 19 partidos con el club hispalense, en el que marcó un gol y dio otras tres asistencias, pero pesar de ello, era de los pocos jugadores salvables de la plantilla. Él ya avisó de que no había pedido nivel y lo demostró. Sin embargo, su buen juego no servía para levantar la plantilla. Los resultados no acompañaban. El Sevilla quedó eliminado en la fase de grupos de la Champions League y cayó a Europa League, y en Liga los números son desastrosos. Son tan solo 11 puntos en 14 partidos.
Los malos resultados culminaron con el despido de Julen Lopetegui. El técnico pagó los platos rotos de una mala gestión de la junta directiva durante el mercado de fichajes veraniego. Lopetegui pedía ciertos jugadores y Monchi traía otros. El despido de Lopetegui en mitad de temporada implicaba que un nuevo entrenador tenía que venir, y apareció Jorge Sampaoli de nuevo. La llegada del técnico argentino se reflejó en un mejor juego de la plantilla pero los resultados seguían sin llegar.
Actualmente, el Sevilla FC se encuentra en puestos de descenso. Va antepenúltimo en la tabla, un lugar impropio para este club. Nadie quiere verse en esta situación y lo normal es que jugadores, cuerpo técnico y plantilla luchen para darle la vuelta a la tortilla. Sin embargo, parece que remar a contra corriente no va con Isco. Al parecer, a mediados de diciembre se produjo una fuerte discusión entre el malagueño y Monchi, director deportivo del conjunto sevillista. Según afirmaban varios medios, Isco comentó delante de toda la plantilla que estaba en el Sevilla por Lopetegui y que no descartaba salir en enero. Pues no ha sido en enero, sino en diciembre. El Sevilla FC no anda con tonterías. Los de Nervión quieren a jugadores implicados y que luchen por salir del descenso y no a tantas estrellitas. La recesión de su contrato es una evidencia de ello y un mensaje potente para todos aquellos jugadores que visten o vayan a vestir la camiseta del Sevilla.
El próximo jueves 29 de diciembre se reanuda el campeonato de liga. El Sevilla lo hace desde los puestos de descenso, esperando salir del pozo. Queridos lectores, recuerden lo siguiente, con o sin Isco, el Sevilla nunca se rinde.
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