Sigue a la sombra

Wissam Ben Yedder solo necesitó 20 minutos para hacer
historia con la camiseta del Sevilla. El delantero francés, relegado a un
segundo plano desde la llegada de Montella, dejó de ser titular a pesar de ser
el máximo goleador del conjunto hispalense en el primer tramo de la temporada.
En Old Trafford, Ben Yedder empezó desde el banquillo pero acabó siendo el
héroe absoluto cuando la eliminatoria estaba igualada gracias a sus dos goles a
David De Gea.

Sí, Wissam se disfrazó de mago para silenciar el Teatro de
los Sueños y convertirlo en el de las Pesadillas. Aunque quizás, la palabra
silenciar no sea del todo oportuna teniendo en cuenta las más de 2000 gargantas
que gritaban desde el gallinero del propio Teatro. Un delantero que ha logrado
lo que nadie nacido en Francia había conseguido tras Jean-Pierre Papin. Marcar
10 goles en sus primeros 12 partidos de Champions. Las comparaciones son
halagadoras.

Pero mientras el foco hace brillar a Ben Yedder en Europa,
veo la sombra de Clément Lenglet. También galo. A él no se le puede comparar
con Papin. Tampoco batirá récords de goles. Ni siquiera tiene una historia de
superación como la de su compatriota. ¿Y qué más da?

La actuación de Lenglet fue sencillamente exquisita. Una
demostración de cómo entender su profesión de defensa. Siempre bien
posicionado, buscando la salida limpia de balón conectando con Banega aunque
tenga que conducir el esférico ante la presión del rival, atento en la
anticipación, rehuyendo del cuerpo a cuerpo con Lukaku pero encimando a su
oponente cuando éste se giraba. Un muro infranqueable con una tranquilidad
asombrosa. Impasible aún estando en un escenario como el de Manchester, disputando
un partido histórico y teniendo que defender a estrellas como Alexis Sánchez o
el propio Lukaku. Una auténtica lección de fútbol defensivo moderno.

Lenglet se ha presentado a Europa. Ya nadie podrá evitar su
ascenso como futbolista. La última incorporación de Monchi antes de marchar
rumbo a Roma. Su legado sigue dando frutos en Nervión. Mientras los focos sigan
alumbrando a otros, seguiremos teniendo la suerte de contar con uno de los
mejores defensas de la actualidad. Sigue a la sombra,
Clément.