La temporada 2016 ha terminado para Garbiñe Muguruza. La tenista hispano-venezolana se ha despedido del circuito WTA tras caer en el Round Robin de las Finales WTA de Singapur. Su año quedará en la memoria por la conquista de Roland Garros. Su momento. Las dos semanas de oro. No sólo por la relevancia y dificultad de ganar un Grand Slam (encadenar 7 victorias), también por contraste con los resultados el resto del año.
Las dos mejores semanas de 2016 para Garbiñe le permitieron triunfar en una de las cuatro plazas más importantes de la temporada. París coronó a Garbiñe su segunda final de Major ante la misma tenista que le había arrebatado la gloria en la primera: Serena Williams.
Garbiñe saboreó la gloria. Escribió la página más brillante de su carrera. Hacía 18 años de la última campeona española en París (Arantxa Sánchez-Vicario) que también fue la última conquista de Major con sello español.
Pese a que el resto de semanas del año el rendimiento de Garbiñe no fue el esperado, encadenó siete victorias en el momento oportuno: campeona de Roland Garros. Eso son palabras mayores.
Antes de la cita francesa, Garbiñe contaba 15 victorias y 9 derrotas: 3R en Australia, los cuartos de final en el premier 5 de Doha y en el premier de Stuttgart. En el segundo premier 5 (Roma) del año sólo Keys separó a Garbiñe de la final. Además de 4 victorias en Fed Cup (dos en Serbia, dos en Lérida frente a Italia).
En París asistimos a la mejor versión de Garbiñe que tras perder el primer set en 1R, ganó los 14 siguientes para proclamarse la nueva reina sobre tierra batida.
De Roland Garros a hierba. Primera edición del Mallorca Open y derrota en primera ronda. De isla a isla. De Mallorca a Inglaterra, a Wimbledon para defender la final de 2015. Esta vez Muguruza apenas duró cinco sets. Victoria ante Giorgi, en 1R y sonada derrota ante la entonces 124ª WTA, Jana Cepelova, procedente de la previa. Adiós a 1.930 puntos de un plumazo.
Tras la cita sobre césped, turno de los Juegos Olímpicos en Río. Una ocasión especial, quizás extraña en el calendario tenístico por alterarlo cada cuatro años. Superó dos rondas cediendo seis juegos y en la tercera se cruzó con la puertorriqueña Mónica Puig que apenas iba a concederle dos juegos. Posteriormente, Mónica protagonizó una de las grandes sorpresas olímpicas: medalla de oro ante Angelique Kerber.
El premier 5 de Cincinnati en agosto fue la última ocasión en que vimos a Garbiñe encadenar tres victorias seguidas. Cayó en cuartos ante Pliskova. Desde entonces, un balance de V-D 7-7 incluyendo el US Open donde Sevastova eliminó a la española en 2R.
La temporada de Garbiñe Muguruza se cierra con 35 victorias (incluyendo Roland Garros y Fed Cup) y 20 derrotas. Ante el TOP-10, cuatro partidos, con 2 victorias y dos derrotas. Un 20% de los triunfos de la caraqueña esta temporada, en las dos semanas de Paris. De Brisbane a antes de Paris, 15 victorias y 9 derrotas.De Mallorca (primer torneo tras el Major francés) hasta el final, 13 triunfos y 11 eliminaciones.
Terminado 2016, turno de descansar, desconectar (muchas veces tan necesario como entrenar) y preparar 2017 ya como campeona de Grand Slam y con los ojos del circuito sobre ella.