En ocasiones el fútbol es maravilloso. Un espectáculo capaz de reunir a miles de personas y, para quien lo vive de verdad, de transmitir un sentimiento pasional que pocas cosas en la vida pueden superar. Ver a tu equipo favorito medirse semana tras semana a los rivales de la liga doméstica y, en el caso de los equipos más grandes, recorrer Europa en busca del sueño de alzar un título continental. Pero es un sueño al que no solamente aspiran los Bayern, City, PSG y demás potencias del fútbol. Existen equipos mucho más modestos para los que el mero hecho de participar en dichas competiciones es un gran logro, puede que el mayor logro de los últimos años, por no decir de toda la historia del club. Y más aún cuando portas la bandera de más de dos millones y medio de moldavos.
El FC Sheriff Tiraspol debutó el pasado miércoles en la UEFA Champions League siendo además el primer equipo de Moldavia en participar en el mayor torneo de clubes del mundo. Con esta etiqueta de rookies cualquier persona podría adivinar que no son favoritos para clasificar a las rondas eliminatorias, realmente no son favoritos en ninguno de los partidos que tienen por delante. Pero Yuriy Vernydub y sus chicos no tienen intención de agachar la cabeza y asumir la derrota sin jugar el partido, como demostraron ante el Shakhtar.
A los pocos minutos de empezar el encuentro (minuto 16) y como si de un videojuego se tratase, Cristiano asistió a Adama Traoré y este no desaprovechó la oportunidad de anotar a favor de su equipo, marcando así el primer gol de la historia del Sheriff (y de Moldavia) en la Champions League. Y no es que esté mezclando jugadores por ver demasiados partidos, realmente pasó así. Los moldavos no solo llaman la atención por ser debutantes, sino porque tienen un carisma que se les cae de los bolsillos, hasta sus nombres nos hacen imaginarnos combinaciones extrañas. ¿Qué tal funcionarían Cristiano Ronaldo y Adama Traoré (Wolverhampton) juntos en un mismo equipo? Por ahora, fútbol de videojuego.
Y la cosa no se quedó ahí. Una vez más, Cristiano asistió a un compañero para poner el 2-0. Esta vez fue Momo Yansane el encargado de convertir. Estalló la locura. Con dos goles de ventaja y menos de 30 minutos por jugar, los moldavos se veían con la victoria. Pese a los 21 remates de los ucranianos, solamente cuatro fueron entre los tres palos. Con un Athanasiadis dispuesto a no dejar pasar ni un balón al fondo de su portería, el Shakhtar se fue de vacío y los tres puntos se quedaron en Moldavia.
Con esta victoria por dos goles superaron el solitario tanto del Real Madrid ante el Inter y terminaron la primera jornada de su primera Champions League como líderes del grupo D. Espectacular. Su siguiente enfrentamiento europeo les obliga a viajar hasta Madrid donde, en el césped del Santiago Bernabéu, se medirán al Real Madrid de Karim Benzemá y compañía, algo que seguramente jamás hubiesen pensado. Ciertamente es un partido complicado, por no decir casi imposible de ganar, pero esto es fútbol y el fútbol es emoción y sorpresas. Yo solo digo que imaginemos cosas. ¿Y si…? Desde luego, el día 28 no pienso perderme ese partido.
Imagen de cabecera: UEFA Champions League