27 de mayo de 2015. A las 22:34, Martin Atkinson pitaría el final del partido después de añadir 4 minutos al tiempo reglamentario. El Sevilla FC ganaría al Dnipro Dnipropetrovsk por 3 goles a 2, gracias a los tantos de Krychowiak y Bacca, éste último por partida doble. El conjunto dirigido por Unai Emery había comprado todas las papeletas para jugar en la próxima edición de Champions League, y cuando uno compra tanto, acaba tocando.
El premio que la UEFA había preparado para el ganador de la Europa League era un billete para jugar en la máxima competición del viejo continente. Un regalo que el Sevilla FC recibiría con la misma ilusión que un niño puede recibir su primer caramelo. Un caramelo que tras el sorteo, se convertiría en una enorme y apetitosa tarta de chocolate. Equipos como el Manchester City o la Juventus serían los rivales del Sevilla. Difícil, sí. Exigente, sí. Estimulante, también. El Ramón Sánchez-Pizjuán disfrutará del fútbol del más alto nivel.
Pero nada más lejos de la realidad. Las papeletas que se transformaron en premio, se volverían a convertir en papeleta. Con unas sensaciones pésimas en los primeros meses de competición, con un estilo de juego aún por descubrir, con momentos de apatía y casi de incomparecencia, jugar ante equipos como Juve o Manchester City podría convertirse en una auténtica papeleta para jugadores, cuerpo técnico y afición. Y así fue.
Ante los citizens, el único momento en el que afición y jugadores disfrutaron de la competición de las estrellas, fue al sonar el himno de la Champions. Hasta ahí, duró el premio y a partir de ahí, comenzó la reconversión en papeleta. Ante el equipo de Manuel Pellegrini, llegó el primer desencuentro relevante entre la grada, y el banquillo. La afición no termina de entender uno de los cambios más utilizados del técnico de Hondarribia, cambiar al lateral derecho por su homónimo. No dar un paso adelante aún perdiendo en casa por 2 goles de diferencia. No utilizar dos delanteros para buscar más presencia en el área rival. Olvidarse de Reyes.
El regalo de la UEFA al campeón de la Europa League sería el preludio de la primera gran papeleta de Unai Emery en la temporada 2015/2016 con el Sevilla Fútbol Club. Esperamos que ésta vez, la papeleta no acabe tocando en Nervión.