El pasado mes de abril Sergio León se convirtió en el jugador con mejor porcentaje goleador de las grandes ligas. Nadie mejor que él tras anotar, por entonces, 20 de los 32 goles del Elche. Teniendo en cuenta que el equipo militaba en Segunda División, el dato se vuelve más impactante. El delantero terminó la temporada marcando 22 tantos y consiguió ser el pichichi de la categoría.
Con esos números varios clubes llamaron a sus puertas y tras un verano convulso Osasuna, recién ascendido a Primera División, se hizo con sus servicios. No fue fácil la negociación para la entidad rojilla, pues los 2 millones que pedía el Elche parecían excesivos y, además, en el último momento el Eibar también apostó fuerte por el cordobés. Finalmente, León se mantuvo fiel a su palabra -aseguró a la directiva de Osasuna que vendría a Pamplona- y tras previo pago de 1,7 millones por el traspaso -cifras criticadas por el aficionado-, el delantero llegó a una de las mejores ligas del mundo.
El hambre del gol
Sergio León se crió futbolísticamente en las calles de Córdoba y ahora con 27 años demuestra lo aprendido sobre campos de hierba natural. El fútbol le salvó de una vida peor porque se juntaba con gente que no debía, como él mismo ha asegurado. Pero con 15 años recaló en el Betis y el niño rebelde se dio cuenta de con quién se tenía que quedar. Con los años ha madurado y ahora son los porteros quien le temen.
Sergio León, mejor delantero de Segunda División | @CAOsasuna
No ha tardado en hacerse un hueco en el once de Osasuna y tras un pobre inicio del equipo en Primera, la afición piensa que hasta se pagó poco por él. Fijo en las alineaciones iniciales de Enrique Martín, el jugador le ha dado motivos para confiar. De nueve jornadas de liga ha jugado siete, siendo titular en cinco partidos. Su capacidad goleadora se eleva a cuatro tantos, un promedio de 0,57 goles por encuentro, junto al centrocampista Roberto Torres.
El delantero interpreta bien el juego del equipo y cuando no le llegan balones se sabe generar él solo las jugadas hasta marcar, como ocurrió en el partido contra Las Palmas. Rápido en carrera y en conducción con la pelota, con calidad en los pies -tiene recursos-, además de fuerte, su buena condición física está fuera de dudas en el comienzo de competición. Corre y no da un balón por perdido -véase su gol al Eibar-. Cuando le llega la pelota, un único objetivo en mente: la portería.
Desde hace dos temporadas Sergio León no ha dejado de crecer. Ahora, con la ventana de Primera División bien abierta tampoco se pone freno ni techo. Acaba de recibir el trofeo de LaLiga como mejor delantero de Segunda en la temporada 2015/2016. «Es un momento muy bonito que no olvidaré pero ya es pasado, ahora hay que centrarse en el presente. Cuando estás feliz, en el campo se nota y se demuestra», explicó en Tajonar tras mostrar el galardón ante los medios de comunicación. De momento, aunque el equipo »rojillo» no esté dando demasiadas alegrías a su afición, el jugador parece sentirse contento, al menos así lo demuestran sus números.
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