A punto de comenzar. Una de las grandes citas del calendario tenístico va a abrir sus puertas esta semana. El US OPEN acogerá a las mejores raquetas de todo el circuito ATP y WTA, para poder disfrutar de uno de los mejores espectáculos del mundo del deporte. Aunque por los alrededores del torneo lo que suena…lo que se escucha…lo que se cuchichea es una de las grandes citas literarias de Shakespeare. Ser o no ser, en el US OPEN se sabrá la solución.
Ser o no ser incontestable. Ese es el adjetivo al que nos tenía acostumbrados el mejor tenista del último año y medio del circuito. El serbio Novak Djokovic. Aunque desde Wimbledon, o quizás antes, su superioridad se ha puesto en juicio, y las pruebas son claras, Murray, Del Potro o una fatiga acumulad, entre otras. El torneo americano decidirá si solo fue un bache, o si el cansancio del número uno es real, y considerable.
Ser o no ser número uno. El mejor tenista del año, para mí, llegará al US OPEN con un objetivo, confirmar que puede plantarle cara a Novak Djokovic. Y que puede ser el próximo mejor jugador del circuito, que por nivel y por resultados, lo merece como el que más. El torneo americano decidirá si el británico está hecho de una pasta capaz de aguantar la presión, y crecerse en ella, para así ser el número uno.
Ser o no ser competitivo. Rafa Nadal habló esta semana de este concepto. “Me quiero sentir otra vez competitivo”, dijo el de Manacor. Y es que es sin duda uno de los aspectos del juego más importante, por lo menos para seguir entrenando con confianza. Llegar a un torneo y sentir que tienes las mismas opciones de ganar que el mejor, es el elemento que le falta ahora mismo al español. El torneo americano decidirá si el mallorquín está de vuelta para quedarse o no.
Ser o no ser Juan Martín Del Potro. Todo el mundo conoce ese nombre. Todo el mundo conoce lo que puede hacer ese nombre, cuando sujeta una raqueta y se adentra en una cancha de tenis. Tras la lesión que tuvo el argentino perdió aquello que ningún deportista quisiera perder, su esencia. Pero en estos últimos meses parece haber recobrado la confianza y el juego que lo caracterizó durante tanto tiempo. Una bendición para el mundo del tenis. Aunque será el torneo americano quien decida si el argentino volverá a ser una pesadilla para todo aquel que se enfrente contra él.
Ser o no ser. Tanto que ganar y tanto que perder. Se viene dos semanas de tenis apasionantes, donde todo el mundo quiere hacerlo bien y nadie quiere fallar. Y esa es la esencia del deporte, ¿quién lo hará mejor, y quién fallará? El torneo americano lo decidirá…