Disputada ya la fase de grupos, las selecciones clasificadas encaran los cuartos de final de la Copa de África, que se disputarán entre el sábado 28 (Burkina Faso – Túnez y Senegal – Camerún) y el domingo 29 de enero (RD Congo – Ghana y Egipto – Marruecos).
Entre las 8 selecciones clasificadas, todas han hecho méritos, algunas más que otras, para estar en los cuartos de final, pero llegados a este punto, es momento de hablar de las sensaciones que han dejado una y otra selección.
Aliou Cissé habla con su capitán, Cheikhou Kouyaté / Getty Images
En el grupo 1 encontramos a las dos selecciones que se han clasificado con menos puntos (5): Burkina Faso y Camerún. La primera de ellas ha dado mejores sensaciones que la segunda, de la cual se esperaba bastante más. Del grupo 2 han pasado Senegal, constante en todos sus partidos, y Túnez, de menos a más. En el grupo 3 hemos podido ver a una de las revelaciones en cuanto a juego y resultado: RD Congo. La selección de Ibengé ganó a Marruecos y a Togo y empató contra Costa de Marfil. La otra clasificada ha sido Marruecos que, al igual que Túnez, ha ido de menos a más en la fase de grupos. Y, por último, en el grupo 4 no han habido sorpresas y han pasado a cuartos Egipto y Ghana. La Egipto de Héctor Cúper dejó algunas dudas en el primer partido empatando a 0 contra Malí, pero después ganó por la mínima tanto a Uganda (con gol de El Said) como a Ghana (Salah). Por su parte, a Ghana le valieron dos victorias por 1 a 0 ante Uganda y Malí. En este grupo solo se han visto 6 goles en 6 partidos.
Repasado brevemente el desarrollo de las clasificadas en fase de grupos, toca hablar de una de las sensaciones de esta Copa de África y, si me permitís, la gran favorita para llevarse el torneo. Hablamos de la Senegal de Aliou Cissé. Pocas selecciones consiguen un equilibrio entre la línea defensiva, el centro del campo y la zona atacante, y Los Leones de Teranga lo han conseguido. Partiendo desde el primer hombre, Diallo ha defendido con nota su portería, al igual que la zaga de 4 formada por Mbengué, Koulibaly, Mbodji y Gassama, una línea de defensores que mezcla la contundencia física necesaria y la mínima sabiduría para interpretar el juego de su equipo y no rifar fácilmente el balón. En el centro del campo, Gueye y Kouyaté se convierten en el alma y el pulmón del equipo. Keita Baldé y Saivet (o N’Diaye) son los encargados de hacer daño a las defensas rivales con sus internadas tanto por bandas como por dentro. Y arriba, a la estrella Sadio Mané le acompaña el potente y finalizador Diouf.
Con estos hombres y con esta idea de fútbol directo pero elaborado, Aliou Cissé se ha ganado el respeto de todos y la etiqueta de favorita para, mínimo, llegar a la final. En cuartos de final se verá las caras con Camerún, una selección que, como hemos apuntado antes, no ha terminado de convencer en los tres partidos disputados en la fase de grupos. Con su estrella, Aboubakar, en un segundo plano, Moukandjo ha sido el encargado de echarse el equipo a las espaldas por momentos. Ondoa en portería también ha sostenido al equipo y si no fuera por él Camerún no estaría en cuartos de final. Es por ello, y por la falta de materialización de sus llegadas en los tramos en los que mejor está, por lo que Camerún no afronta estos cuartos de final como favorita, algo que incluso le puede venir mejor.