Sin Estados Unidos, Alemania, Noruega y Japón, los únicos países que han levantado un título, este Mundial de Australia y Nueva Zelanda pasará a la historia por darnos un quinto campeón para el palmarés del torneo. España. Suecia, Australia e Inglaterra se juegan un lugar privilegiado en los anales del fútbol femenino.
España-Suecia (15 de agosto, 10:00)
Mucho tiempo esperando este momento y por fin se consiguió. España, capacitada desde hace años para estar entre los grandes, se sacudió los malos recuerdos y ahuyentó todos los fantasmas. Nunca había ganado una eliminatoria en una Eurocopa o Mundial, pero en este torneo ya van dos seguidas. Nunca había superado una prórroga, hasta que Salma Paralluelo emuló a Andrés Iniesta y marcó el gol más importante del fútbol femenino español.
España pisa terreno muy desconocido. Unas semifinales de una Copa del Mundo. La inexperiencia no debe ser un problema, se comprobó ante Países Bajos, donde las nuestras jugaron el mejor partido que se recuerda ante una rival de peso, a pesar de lo ajustado del marcador. Las modificaciones tras la dura derrota ante Japón dieron su fruto, y Vilda ha perfilado un once cuanto menos llamativo. Cata Coll parece haberle ganado finalmente la partida a Misa Rodríguez, a pesar de su juventud y la falta de minutos. El buen juego de pies y la complicidad con Irene Paredes y Laia Codina han hecho el resto. Esta última firmó un gran partido ante Países Bajos y podría mantenerse en el once a pesar de la recuperación de Ivana Andrés. La baja de Oihane Hernández por sanción deja el camino libre a la vuelta de Olga Carmona, dejando que Ona Batlle regrese a la derecha. El banquillo de Alexia, todavía sin estar a punto, se explica con lo bien que encajan Tere (revelación), Aitana y Jenni, que posee mayor clarividencia unos metros más atrás. Arriba, dos bandas y una ‘9’ ya indiscutible como Esther. Mariona se ganó el puesto con su partidazo, y estaría por ver si mantiene a Alba o da entrada a la heroína Salma Paralluelo.
Enfrente estará Suecia, una selección que nunca ha ganado un Mundial ni un oro en unos Juegos, y no gana una Eurocopa desde hace casi 40 años. Pero es tercera en el ranking FIFA, es la actual subcampeona olímpica, fue tercera en el pasado Mundial de 2019 y en la Euro 2022 alcanzó las semifinales. Su torneo es inmaculado, con todo victorias salvo el empate a cero ante una Estados Unidos que acabó capitulando en los penaltis. Es un clásico del fútbol femenino, un ejemplo de cómo se hacen las cosas y tienen una oportunidad única de levantar un título que rozaron en 2003, cuando cayeron en la final ante Alemania ¿Sus grandes amenazas? El balón parado, sin duda: solo Amanda Ilestedt ha marcado cuatro tantos en cinco partidos en jugadas de estrategia. Luego está Musovic, candidata a portera del torneo, y las ya conocidas Fridrolina Rolfo y Kosovare Asllani. Pero es el colectivo lo que prima en el cuadro de Peter Gerhardsson, un equipo que se entiende a la perfección y que tiene ganas de hacer historia.
Australia-Inglaterra (16 de agosto, 12:000)
El anfitrión contra la campeona de Europa. Parece un duelo desnivelado, pero las Matildas han demostrado en este Mundial que el ‘factor campo’ es una ventaja que están dispuestas a aprovechar. 10ª en el ranking FIFA (la peor de las semifinalistas) y la única selección no europea (asiática en realidad, por pertenecer a dicha confederación), han alcanzado esta ronda por primera vez después de disputar siete ediciones previas y haber caído tres veces en fase de grupos, dos en cuartos y una en octavos. El logro tiene más mérito si tenemos en cuenta que su gran estrella, la mediática Sam Kerr, se lesionó justo antes del debut ante Irlanda. Se perdió toda la fase de grupos y solo jugó 11 minutos en octavos. Ante Francia volvió a ser suplente, pero jugó más de una hora (prórroga incluida) para ayudar a sus compañeras a lograr finalmente la machada en los penaltis (20 lanzamientos, nada menos). En su lugar, se está erigiendo como figura la jovencísima futbolista del Manchester City Mary Fowler.
Qué decir de Inglaterra. Lideradas desde el banquillo por Sarina Wiegman y campeonas de Europa hace tan solo un año, por estatus podrían considerarse las grandes favoritas a conquistar el título. Por juego, no tanto. Si bien aún se mantienen invictas en tierras oceánicas, en fase de grupos ganaron por la mínima a Haití y Dinamarca, en octavos se la jugaron en los penaltis ante Nigeria y en cuartos se vieron obligadas a remontar a Colombia. Han llegado a semifinales sin enfrentarse a un top-10, así que veremos de qué son capaces si se les exige un poco más.
Hasta octavos, la desequilibrante Lauren James estaba siendo la estrella de Inglaterra, pero un desafortunado pisotón provocó su expulsión y su ausencia en cuartos y semifinales. Por contra, Keira Walsh parece totalmente en forma tras la lesión sufrida en fase de grupos. Alessia Russo, que solo había marcado en la goleada ante China, se reivindicó con el tanto decisivo ante Colombia. Lucy Bronze, la excelente portera Mary Earps (para muchos la mejor del mundo), la siempre resolutiva Lauren Hemp… Muchos mimbres para ser considerada la selección a batir. Ganan sin brillo, pero ganan. Y eso las hace más temibles.
Foto principal: RFEF
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