El pasado lunes estrenamos el 2022 con un nuevo programa de ‘EstrELLAS a escena’, y lo hicimos con una protagonista de la casa. Sara Serrat es guardameta del Racing de Santander pero además de en los guantes tiene en la escritura su vocación. No en vano, escribe para Sphera Sports en ‘Zona Mixta’ y ya ha publicado dos libros: ‘Parando Letras’ y ‘Tres Míseros Instantes’, este último hace apenas un mes.
“Desde bien chiquitita me ha gustado tanto leer como escribir. Antes que hablar prefería escribir todo en un papel, y de ahí nace mi afición por la escritura. Aprovechaba los ratitos en los viajes, en el autobús, en los hoteles durante las concentraciones… Y muchas noches cuando llegaba a casa y me pasaba algo y necesitaba soltarlo, cogía papel y boli y escribía”, cuenta la onubense, cuyo último libro es un poemario donde recoge sus versos preferidos en los dos últimos años.
Pero el currículo de Sara no se queda ahí. Es diplomada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, tiene cuatro másters (doble en formación del profesorado, uno de investigación de Educación Física, otro de periodismo deportivo en la UCAM y otro de preparación de deportes de equipo. Además, está haciendo una tesis doctoral y cuenta con una escuela de porteros que ha cumplido ya seis años y que ahora dirige desde Santander. “Me di cuenta que en Huelva hay muchos equipos que en fútbol base no tenían esa opción, a mí me pasó que no tenía eventos de ese tipo ni entrenador de portero específico”. Además, puede decir que hasta ha trabajado en una cárcel. “Tuve suerte de poder compaginar mi último año en el Sporting de Huelva trabajando allí como monitora de actividades deportivas, y fue una experiencia súper bonita. Seis meses que me guardo para mí, y que me transmitieron muchísimos conocimientos. Poder vivir en primera persona cómo se sienten las personas ahí dentro y cómo se les puede ayudar a través del deporte. Y el agradecimiento que te dan después de todo lo que les ofreces”.
Un Reto por delante
Centrándonos en su labor bajo palos, Serrat vuelve por fin a disfrutar del fútbol tras dos años prácticamente sin tener minutos. Pasó de jugarlo todo en un Sporting de Huelva donde estuvo más de una década y en el que llegó a ser internacional, a pasar en blanco dos temporadas en el Sevilla y acabar jugando en Segunda División. Llegó a plantearse la retirada ante la falta de propuestas el pasado verano y los problemas con su representante.
“Estuvimos esperando a que apareciera una, y no apareció. En ese momento solo tenía ofertas que no me interesaban porque tenía que salir fuera de España. A la semana aparecieron ofertas de Reto Norte y Sur, y ahí pensé: quizá no sea el momento de abandonar, podemos alargar 2-3 años más o los que vengan, poder volver a disfrutar del fútbol, y no quedarme con esa espinita del año pasado, de no haber tenido minutos y de haber jugado tres partidos con la presión de saber que lo tenía que hacer bien sí o sí. Ese fue mi error, pero es verdad que las circunstancias no eran las más idóneas”.
La onubense no tiene problema en reconocer lo difícil que fue para ella el último año, sin lesiones y a un gran estado de forma, pero sin apenas contar para Cristian Toro. “Comencé jugando contra el Barça, nos meten 6-0 prácticamente volviendo de la pretemporada, y ya no vuelvo a jugar hasta diciembre. Yo estaba entrenando muy bien, me encontraba a un nivel físico bestial, pero bueno. Hay factores que nosotras como futbolistas no podemos controlar. El entrenador lo consideró así. Y al final yo quería salir, no estaba a gusto. Un deportista necesita jugar y que valoren su trabajo”, explicó.
Entonces apareció el Racing de Santander. “Sabía que me quedaba lejos de casa y era la primera vez que me marchaba a tanta distancia, pero me decanté por el Racing porque era una buena propuesta. Me llamaba la atención conocer Cantabria, había estado con 13 años y todo el mundo me decía que era una oportunidad única y que la aprovechara. Tuve también propuestas de Reto Sur, pero Reto Norte es un grupo más competitivo, con tres equipos que descendieron (Deportivo, Espanyol y EDF Logroño) y otros que habían dado que hablar en cuanto a competencia y rivalidad”. A pesar de los resultados (el Racing está peleando por no descender), Sara está contenta en Santander. “Estoy teniendo minutos, quitándome esa espinita del año pasado, que me encontraba en muy buena forma física, pero por la no confianza del entrenador no pude demostrar en el campo, simplemente en tres jornadas. Ahora me siento bien, estoy trabajando a gusto tanto con el entrenador de porteros como con el primer entrenador y la segunda entrenadora. Disfrutando de la experiencia y del norte, aunque a veces la lluvia y el tiempo no acompañen (risas)”.
Serrat no se arrepiente de haber cambiado el Sporting por el Sevilla. “Yo venía de jugar todo en el Sporting, pero el nivel físico que he desarrollado en el Sevilla no lo había tenido, por medios, entrenamientos, un montón de factores. Yo pensaba que podía dar un poquito más de mí”. Sin embargo, cuando firmó, se encontró con que en Nervión estaban buscando una tercera portera… y acabó siendo Cata Coll. “Para mí una tercera portera no era Cata Coll, que era de las mejores porteras de España. Yo entiendo que si querían fichar a una tercera portera, sería para cubrir cualquier baja de Noelia (Ramos) o mía. Al final veo que es Cata Coll, y estamos tres porteras que podríamos haber sido titulares en prácticamente cualquier equipo de Primera. No sé por qué esa decisión, porque creo que nos lastra un poco a todas. Es una posición complicada, porque solo puede jugar una. Y cada semana una de las tres nos quedábamos fuera de la convocatoria. Eso era un palo duro estando en el nivel en el que estábamos entrenando”.
Ese año además tuvo que afrontar importantes lesiones, en el tobillo y en la zona lumbar. Cuando se recuperó llegó la pandemia del covid-19 y la suspensión de la Primera Iberdrola. Y el año siguiente, en blanco. Digerir todo aquello no fue nada fácil para Sara. “Al final un deportista tiene que vivir con eso en el día a día. Puedes estar arriba o abajo. Llevo trabajando dos años con una psicóloga deportiva que me ha venido bastante bien, sobre todo recuperando la confianza que perdí”.
¿Volver al Sporting?
Con su salida al Sevilla, se acababa una etapa espectacular de Sara Serrat en el equipo de su vida, un Sporting de Huelva con el que debutó en Primera con apenas 14 años, se hizo un nombre, levantó la Copa de la Reina y llegó a ser internacional con la Selección. Ese mismo año, otra institución como Anita Hernández dejaba el equipo para fichar por el Betis. En su acto de despedida hubo una amplia representación del club onubense. En el de Sara, ninguno más allá de las que ahora son sus excompañeras.
“Fue muy duro. Monté la despedida porque lo sentía como mío, fueron 10 temporadas en el Sporting en Primera División, que conseguimos la Copa de la Reina incluso, que era algo inesperado ese año. Es un club al que tengo especial cariño. Estaba todo el cuerpo técnico invitado, mis compañeras… y las que estaban en Huelva en ese momento aparecieron. Pero del club no vino nadie, y sin embargo mi compañera Ana sí tuvo ese respaldo. Yo siendo de Huelva, 10 años en el club, llevando al Sporting a la Selección… no tuve esa despedida por parte del club. Me escribieron simplemente un mensaje. Yo no puedo hacer nada más, Me dolió, evidentemente. Supongo que a ellos también les dolió que saliera, pero tiene que ser comprensible. Habría sido bonito apoyar en su carrera deportiva a una jugadora de Huelva, pero todo lo contrario”.
Pese a todo, Sara reconoce que le agradaría volver algún día al Sporting, aunque lo ve difícil. “Me gustaría, porque es defender los colores de mi tierra. Pero no me hablan. He estado muchísimos años en el Sporting, lo siento como mi casa. Es donde he empezado, donde me he hecho futbolista. Decido marcharme por dar un paso adelante, mejorar mi nivel futbolístico. Había una serie de carencias en el club, y comunico que si me quedo quiero que esas carencias se suplan. Y finalmente decido irme, el club no lo toma bien. Me he llegado a cruzar con ellos por la calle y me giran la cara. Es algo que estoy hablando por primera vez, que la gente no entiende y yo misma tampoco. Al final los futbolistas vamos y venimos, es normal que una futbolista quiera seguir creciendo. Yo tenía la propuesta del Sevilla y decidí salir. Son cosas que pasan en el fútbol, te lo llevas como aprendizaje”.
Sara sigue todavía al Sporting desde Santander, celebrando la victoria de este fin de semana ante el Valencia, la primera del equipo en toda la temporada. “Es mi casa”, recalca. Ojalá algún día se limen esas asperezas.
Contenido patrocinado por Iberdrola
Imagen de cabecera: @sara1serrat
