La Champions League: el anhelo de muchos y el deber de otros. El Barcelona tiene la obligación de clasificarse cada año para la máxima competición europea. Las exigencias con los azulgranas van más allá y se le exige llegar lo más lejos posible y con un fútbol vistoso. Todo un reto mayúsculo, solo al alcance de equipos de su calibre.
Prácticamente, al Barcelona se le obliga quedar primero en la fase de grupos de la Champions. La última vez que quedó segundo fue en la temporada 06/07. Los de Frank Rijkaard obtuvieron 11 puntos (dos menos que el Chelsea) y en octavos fueron eliminado por el Liverpool.
En los últimos diez años, el Barcelona siempre ha llegado a los octavos de final de la Champions. Podríamos separar sus rivales en dos grupos dependiendo de su nivel. Por un lado Paris Saint-Germain (16/17), Arsenal (10/11 y 15/16), Manchester City (13/14 y 14/15) y AC Milan (12/13). Por otro lado Bayer Leverkusen (11/12), Stuttgart (09/10), Olympique de Lyon (08/09) y Celtic de Glasgow (07/08). En todas las ocasiones, los azulgrana se clasificaron para los cuartos de final de la Champions.
En esta ocasión, el Barcelona –al quedar como primero de grupo– evita a pesos pesados como el PSG, Manchester City o Manchester United. Sin embargo, puede cruzarse con los campeones de la Premier League y de la Bundesliga pasadas: Chelsea y Bayern.
Para rizar más el rizo, el emparejamiento más probable de los octavos es el Barcelona contra el Chelsea. Los ‘blues’ no podría cruzarse con el campeón de su grupo, la Roma, ni con ninguno de los cuatro ingleses que quedaron primeros: Manchester City, Manchester United, Tottenham y Liverpool. Por lo que solo podría enfrentarse a PSG, Besiktas y el propio Barça. Los culés no pueden enfrentarse al segundo de su grupo, la Juventus, ni con Real Madrid ni Sevilla por ser de la misma Liga. Así pues, el emparejamiento entre Barça y Chelsea tiene un 47,75% de probabilidades.
Es por ello que algunos se cuestionan si de verdad sale a cuenta quedar primero en la fase de grupos de la Champions. La respuesta, sin duda, es un sí categórico. Primeramente, porque te aseguras un rival, a priori, más débil. En la última década no ha habido rival que se le haya resistido al Barça. En segundo lugar, porque la vuelta se juega en casa, un factor determinante para cerrar la eliminatoria. Por último, quedar primero es sinónimo de haber logrado más victorias y cada una de ellas va acompañada de 1,5 millones de euros.
¿Basilea, Bayern, Chelsea, Porto o Shakhtar? Todo dependerá de la mano inocente de Xabi Alonso el próximo lunes a las 12:00 en Nyon.
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