Roberto Bautista no lo iba a tener fácil. Se enfrentaba esta mañana ante uno de los jugadores más emblemáticos del torneo: Andy Murray. El escocés, que hace nada parecía que no iba a volver por estos lares, ha conseguido levantarse y recuperarse de las gravísimas lesiones que le aquejan. Protagonizó, hace un par de días, un envite que los aficionados al tenis recordaremos mucho tiempo. La remontada ante Kokkinakis es histórica.
Por ello, por el cansancio del sempiterno tenista de Glasgow, el español era favorito. Cumplió con lo esperado por 6-1, 6-7, (7-9), 6-3 y 6-4. «Jugar contra Andy en un grande siempre es muy difícil, él conoce muy bien cómo jugar. Estoy muy feliz de cómo manejé todos los nervios y la tensión durante el partido. Jugué un buen tenis y estoy feliz con la victoria», aseguró el vencedor del envite.
Fue un día, pese la derrota, en la que el público australiano agradeció el esfuerzo del antiguo número 1 del mundo. Contó la experiencia de los últimos días: «Dormí de 6 a 9 de la mañana el día en el que jugué contra Kokkinakis. Tenía unas siete u ocho ampollas. No sentía bien los pies», explicó Murray.
El siguiente rival de Bautista será Tommy Paul, que no tuvo problemas en batir a Jenson Brooksby. Ambos lucharán por meterse en los cuartos de final del primer grande del año: palabras mayores.
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