Artículo escrito por Irati Vidal y Luis César Vilorio
“Hoy no vamos a ganar”. Minutos finales del partido ante Alemania. 20:20 en el marcador y TM para preparar jugada. Las palabras y el resultado los sabemos todos, un empate que no sabe a nada pero que sin embargo fue uno de los mejores resultados de las #Guerreras en el campeonato. Algo, que debería llevarnos a la reflexión.
Tras este Europeo de Suecia podemos decir que nuestra Selección de Balonmano Femenina ha fracasado. Una victoria ante Eslovenia en la fase de grupos y un empate contra Alemania en la Main Round resumen el cerco de puntos conseguidos por nuestras chicas. Parecía que después de las derrotas iniciales, la reacción llegaría. El buen partido ante Eslovenia hacía presagiar el cambio de rumbo, la vuelta al flow, a las sonrisas y a las victorias. Pero no fue a así y el descontrol, las pérdidas de balón y las derrotas se apoderaron de un grupo de jugadoras que nos lo ha dado todo. Con ello se abre, desgraciada o afortunadamente, un periodo de cambio y reflexión en el que el relevo generacional y la vuelta a las raíces deberían estar presente, sobre todo, con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Este artículo no pretende ser una crítica a nuestras valerosas guerreras, simplemente es un reflejo de lo vivido en este campeonato, de una dura realidad que a los amantes del balonmano nos está costando mucho asimilar. Y más, teniendo en cuenta todo lo que esta generación de jugadoras ha aportado, al balonmano y al país.
Así, este campeonato nos ha dejado varios detalles para la reflexión. El primero de ellos es el papel del seleccionador Jorge Dueñas, sin duda el mejor de la historia de nuestra selección. Con él hemos llegado más lejos que nunca, hemos tocado el cielo con un bronce histórico en Londres 2012, hemos saltado de alegría viendo como nuestras chicas se colgaban dos platas europeas y hemos llorando al ganar un bronce mundial. Algo insólito hasta entonces y hemos visto como cientos de personas a las que no les interesaba el balonmano se enganchaban al flow de nuestras guerreras. Pero, nos guste o no, todo lo bueno se acaba y Jorge Dueñas ya ha cumplido un ciclo, el ciclo de oro del balonmano femenino español. Ahora, teniendo en cuenta todo lo que ha aportado, debería dejarle las riendas a otro que aporte aire nuevo a la necesaria regeneración del equipo.
El Europeo también ha dejado patente la imperiosa necesidad de realizar un relevo generacional de guerreras. Jugadoras históricas como Marta Mangué, Eli Chávez, Nely Carla Alberto o Shandy Barbosa han aportado mucho a la selección, algo por lo que todos los españoles les estaremos eternamente agradecidos, pero deben dejar paso a los nuevos talentos que se aproximan. Porque los cambios son necesarios y no deberían ser traumáticos. Así, igual que en su día Begoña Fernández, Eli Pinedo o Vero Cuadrado decidieron colgar las zapatillas, ahora es el momento de dejar la selección en otras manos. Pero eso no es decisión de las jugadoras. De ahí a la necesidad del cambio de entrenador.
Pero no todo en este Europeo iban a ser malas noticias. El torneo nos ha permitido ver como las nuevas generaciones vienen pisando fuerte con una calidad que va a permitir mantener nuestra bandera en lo más alto del panorama balonmanístico mundial. Jóvenes jugadoras como Amaia González de Garibay, Judith Sans o Ainhoa Hernández han sabido demostrar que tienen ya la capacidad de tomar las riendas de la nueva selección. Ellas, que han demostrado ser presente, son, sin duda, las futuras Guerreras; las que deben tomar el rumbo de la selección.
Para ello, necesitaran la ayuda de la experiencia de jugadoras como Carmen Matín o Nerea Pena. Así, ante el reto del Mundial de Alemania 2017, España debería presentar un equipo en el que la experiencia y la juventud combinaran a la perfección. Y para ello, jóvenes como Alicia Fernández, Almudena Rodríguez o la portera alicantina Estela Carrera deberían comenzar a tomar protagonismo.
Ahora es el momento de sacar ese carácter que ha hecho temblar al mundo, esa garra que define a nuestra selección no solo como equipo sino como una auténtica familia. Una familia en la que nunca hemos dejado de confiar.
Ahora más que nunca #TodosSomosGuerreras