El Leicester City dio hoy la sorpresa al clasificarse por primera vez en su historia para los cuartos de final de la Liga de Campeones de fútbol al vencer por 2-0 a un Sevilla que se sufrió la expulsión de Samir Nasri y un penal errado por Steven N’Zonzi en la segunda mitad.
El conjunto local, que lucha por no descender en la Premier League, volteó el 2-1 adverso de la ida con los tantos de Wes Morgan y Marc Albrighton, suficientes para eliminar a un Sevilla abandonado por la suerte y lleno de errores propios.
A falta de un buen partido, quedó un choque lleno de emoción en el que el Leicester se mostró mucho más cómodo que su rival. Con muy poco, el conjunto inglés fue capaz de eliminar a un Sevilla que partía como favorito.
Durante media hora de la primera parte el partido ya estuvo más en lo que quería el Leicester que en lo que deseaba el Sevilla. Con un fútbol muy pedestre, casi de otra época, el conjunto inglés fue capaz de llevar la inquietud al cuerpo de su rival, y especialmente a los defensas del conjunto español, que temblaron como una hoja.
Y eso que la entrada en escena del Sevilla fue importante, pues durante los minutos iniciales tuvo el balón y amenazó con un disparo de Nasri repelido por Kasper Schemeichel. Pero a partir de ahí todo cambió y el Leicester se pareció al de la pasada temporada y minimizó a un Sevilla impresionado.
El conjunto de Jorge Sampoli cometió otro gran pecado: conceder muchas faltas. Y eso es oro para un equipo como el Leicester. En una de ellas llegó el primer gol. A los 27 minutos, Mahrez la puso en el área, Gabriel Mercado se despistó con su marca y Wes Morgan marcó con la rodilla en un remate afortunado.
Entonces sí despertó el Sevilla y se pareció más a lo que quiere su entrenador. Sólo le faltó precisión en los centros. A cambio, el Leicester se replegó y dejó al fogoso Vardy solo en la punta. Un nuevo arreón del equipo inglés al final de la primera parte dejó al Sevilla conforme con la llegada del descanso.
A Sampaoli no le gustó nada la deriva del encuentro y puso en el campo a Mariano y Jovetic. Y durante varios minutos las sensaciones dieron la razón a esos cambios. Pero en un minuto variaría el sino del duelo.
A los 53 minutos, Escudero estrelló en el larguero un espectacular disparo desde fuera del área que pudo haberle dado el empate. Y un minuto después, en la siguiente jugada, llegó el segundo tanto del Leicester en una jugada mal defendida por el Sevilla que finalizó con el tanto de Albrighton.
Con el paso de los minutos, el Sevilla convirtió el dominio en asedio. Y lo tuvo para pelear la eliminatoria, pero prefirió pegarse un disparo en el pie: primero, con la autoexpulsión de Nasri; y segundo, con un penal errado por N’Zonzi.
A los 74 minutos, el Sevilla se quedó con diez jugadores por una acción incompresible de Nasri, quien entró en una pelea sin sentido con Vardy. Y a los 78 minutos, llegó un derribo en el área de Schmeichel sobre Vitolo que el árbitro consideró penal. N’Zonzi tiró y el arquero local repelió. Fue el segundo penal errado por el Sevilla en el cruce con el Leicester y el tercero en esta Liga de Campeones.
Así, de esta forma tan cruel, se le fue la eliminatoria al Sevilla. Y a siete minutos del final, el árbitro expulsó a Sampaoli.
El Leicester recuperó sus viejas señas de identidad, las que tenía con Claudio Ranieri la temporada anterior, y se clasificó para los cuartos de final contra todo pronóstico. El Sevilla perdió una oportunidad de pasar de octavos en la principal competición europea por primera vez en 60 años.