Un equipo con un toro rojo por insignia se convirtió en uno de los más grandes de la historia del deporte y cosechó triunfos en la NBA difícilmente repetibles. Hablamos de los Chicago Bulls, del equipo de Michael Jordan, Pippen, Rodman, Kerr… un equipo inolvidable.
Un par de décadas después una empresa con un toro rojo como logo, Red Bull, ha realizado una inversión económica gigantesca para crear un legado en el mundo del fútbol a lo largo de todo el continente europeo y ya ha comenzado a recoger sus primeros éxitos. Son muy criticados, muchos bohemios amantes de la historia los ven como el antagonista del fútbol de toda la vida por crear un equipo de la nada a golpe de talonario. Pero ellos, lejos de entrar en una guerra que no lleva a ningún lado, tan solo hablan en el verde.
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El panorama actual de Red Bull en Europa es (mucho más aún después de esta tarde) excepcional. El Red Bull Leipzig se sitúa 2º en la Bundesliga siendo un recién ascendido y es muy probable que juegue Champions la próxima campaña. También en Alemania, su filial, el Leipzig II, es 3º en Regionalliga (cuarta división germana). En Austria el Red Bull Salzburgo ya ha ganado el campeonato y su equipo de reservas, el FC Liefering, es 3º empatado a puntos con el segundo clasificado en la Erste Liga (segunda división austriaca). Y a ello hay que sumarle el título conquistado esta misma tarde de la UEFA Youth League por el conjunto austriaco ante el Benfica por 1-2.
Son muy criticados por las infraestructuras capaces de conseguir, por el dinero que les sobra pero se valora muy poco el proyecto de formación de jóvenes talentos que llevan a cabo y que se ha coronado con el título de la Champions League juvenil. No han fichado ninguna estrella consagrada, no son como el fútbol chino, ellos forman jóvenes jugadores y apuestan por el trabajo desde la base y por fabricar esas estrellas. Emil Forsberg, Timo Werner, Dayot Upamecano, Marcel Sabitzer, Naby Keita… son algunos ejemplos que ya han triunfado. Red Bull avanza fulgurante en fútbol por Europa a la misma velocidad que sus monoplazas de Fórmula Uno han conquistado campeonatos del mundo.