Una de las mejores noticias para el motociclismo español en esta temporada 2021 lleva el nombre de Raúl Fernández. La irrupción de Pedro Acosta, con tan solo 16 años, dominando el campeonato de Moto3 ha eclipsado al resto de sus compañeros y el regreso de Marc Márquez termina por llevarse el resto de los focos. Es algo tan lógico, como injusto.
Como aficionados al motociclismo y como periodistas que cubrimos la actualidad del Mundial, tenemos la tendencia a buscar nuevos campeones antes de siquiera presenten su candidatura; como sucedió con Pedro Acosta desde su primera carrera en Qatar. Por otro lado, pecamos de atender sobre manera a las grandes estrellas del panorama, y en este deporte, Marc Márquez, Valentino Rossi y el resto de pilotos de MotoGP copan todas las portadas. En este afán por encontrar al nuevo ídolo adolescente y por disfrutar de los pilotos más mediáticos, nos solemos olvidar de la categoría intermedia.
Moto 3 es la cuna de las futuras estrellas y MotoGP el lugar donde brillan esos astros, pero en Moto2 contamos con varios pilotos que están llamados a dominar el panorama de MotoGP a corto plazo y, especialmente, si deciden dar el salto a la categoría intermedia muy jóvenes, sin haber logrado ganar el campeonato de la categoría pequeña, nos olvidamos de su presencia. Y cuando ganan carreras, entonces tomamos la dimensión del talento que tienen.
Raúl Fernández es el claro ejemplo de esta injusticia que, desgraciadamente, tendemos a repetir cada temporada. El madrileño tiene 20 años, una edad en la cual perfectamente podría estar luchando por ganar el título en Moto3, no deja de ser una futura promesa, pero se le presentó la oportunidad de dar el salto a Moto2 para la temporada 2021 y no la desaprovechó. Su final de temporada 2020 en la categoría pequeña fue sensacional: hizo cuatro podios en las últimas cinco pruebas, y además ganó dos de ellas.
No ha necesitado de tiempo de adaptación a la Kalex de Moto2, puesto que, desde el primer Gran Premio del año, en Losail, ya fue uno de los más rápidos y en las nueve carreras que llevamos esta temporada, a excepción de su caída en Sachsenring, no ha bajado del quinto puesto. Ha logrado tres victorias y subido al podio en otras tres ocasiones. Es segundo en el campeonato, con 153 puntos, a tan solo 31 de Remy Gardner, su compañero de equipo, que por el momento ha demostrado ser el más fuerte de la categoría. No debemos esperar a que Raúl Fernández sea campeón del mundo -que lo será-, ni a que firme por un equipo de MotoGP -que lo hará- para comenzar a poner en valor la temporada que está haciendo, el talento que tiene para ir en moto y es un poco injusto no reconocer que, actualmente, es uno de los pilotos españoles con mayor proyección. No solo vivimos de Pedro Acosta, cuya precocidad asusta, ni de Jorge Martín, que ya ha dado el salto a la categoría reina, ni de los Márquez, Mir, Rins… que ya están asentados en la élite. Raúl Fernández, es un ganador silencioso.
Imagen de cabecera: @MotoGP