Se confirmó, al fin, el secreto a voces. Rafael Van der Vaart es, de forma oficial, nuevo jugador del Real Betis. Ni un solo céntimo le ha costado al equipo sevillano el fichaje del centrocampista neerlandés, ya que terminó contrato este verano con el Hamburger SV. Hace casi una década, el fichaje hubiera sido toda una revolución en el mercado, ya que el tulipán era la referencia de un equipo que acabó en el tercer puesto de la Bundesliga en la temporada 2005/2006 y que llegó a jugar en la Champions League al año siguiente eliminando en la previa a Osasuna. En la actualidad, el fichaje tiene mas sombras que luces. Van der Vaart acumula dos temporadas consecutivas sin dar un rendimiento, digamos, aceptable, en el HSV. El «dinosaurio» estuvo al borde del descenso en dos ocasiones. Acabó evitándolo en los play offs, y no hubo ni rastro del ex futbolista del Tottenham. ¿Necesita el Betis, realmente, a Van der Vaart? ¿ Y Van der Vaart al Betis?
En busca de un proyecto definitivo
No hace falta mencionar toda la masa social que rodea al Real Betis ni el cartel de histórico que tiene dentro de La Liga. Pese a eso, dos descensos en los últimos 6 años (2009 y 2014), motivados, en parte, por la intervención judicial, no han permitido al club realizar un proyecto deportivo serio para poder, como mínimo, establecerse en la primera división española. Los últimos logros europeos del vecino han supuesto un duro golpe moral para el club y los aficionados, que ven como su eterno rival aumenta cada vez más la distancia deportiva respecto a ellos.
Con el ascenso en el bolsillo desde hace ya unas semanas, Pepe Mel y Maciá trabajan a destajo para conformar una plantilla competitiva en el regreso a la Liga BBVA. El objetivo principal y primordial es el de mantener la categoría. Todo lo que venga después de eso, será recibido con los brazos abiertos. ¿Cuál es el problema de eso? El Betis deberá cambiar radicalmente su plantilla. Quitando a Adán, Portillo, Rubén Castro, Ndiaye, Jorge Molina y los prometedores Varela y Ceballos, el resto de la plantilla no puede ser titular en primera. Puede sonar contradictorio por los buenos números cosechados en la Liga Adelante, pero la realidad es que Rubén Castro y Jorge Molina han anotado 51 de los 73 goles del equipo. La dependencia de los dos delanteros, ahora mismo, es muy significativa.
¿Que busca el Betis con Van der Vaart?
VdV, como es apodado por algunos medios, es un jugador muy experimentado (sus años en Alemania, España e Inglaterra lo atestiguan). Pese a que no está pasando por su mejor momento deportivo, a sus 32 años todavía puede ofrecer al Betis un rendimiento bastante aceptable para buscar el afianzamiento en la categoría, ya que lleva dos años consecutivos luchando para eso con el HSV. La Eurocopa de 2016 será, con casi toda seguridad, su último gran torneo y, precisamente, los centrocampistas con talento no escasean en su país, por lo que deberá hacer una buena temporada para tener posibilidades de ir convocado para la cita.
Pese a que el nivel deportivo del neerlandés no ha sido del todo bueno, no hay que perder de vista el apartado del marketing. A nivel internacional, el Real Betis ha ganado mas peso al fichar a un jugador internacional por Países Bajos. Hace meses, era casi impensable. El nuevo contrato con Adidas y el seguimiento mediático internacional que ha provocado el fichaje aumentan el caché en términos de marketing del club.
Opciones tácticas
En las últimas temporadas, el HSV ha solido utilizar un sistema basado en el 4-2-3-1 donde Van der Vaart ocupaba en la mayoría de las ocasiones el mediocentro o la mediapunta.
Habría que realizar varios apuntes sobre la primera posiciones de las antes mencionadas. Con o sin el holandés de mediocentro, la salida y la circulación de balón del Hamburger SV ha dejado bastante que desear. No ha habido un juego fluido y a menudo se recurría al «recurso» del pelotazo o balón en largo. Van der Vaart puede jugar en esa posición, aunque no es ni muchísimo el sitio donde más brillará. No tiene el rigor defensivo que ha de tener un jugador en esa posición y su físico no le permite subir y bajar los noventa minutos. No ha perdido el buen golpeo de balón ni su desplazamiento en largo, pero estos dos años se vio superado en esa demarcación. Como parche podría funcionar, pero no sería lo óptimo.
Como mediapunta sale a relucir su capacidad de llegada y, por ende, su pegada. Si el equipo no tiene demasiado el balón, las apariciones del ex del Real Madrid serán muy pocas a lo largo del partido y su trascendencia en el juego del equipo será muy pobre. Tampoco ofrecerá un rendimiento muy destacable aquí, pero es el sitio donde mejor se desenvuelve.
Los últimos años de Van der Vaart
Desde que regresara al HSV en el cierre de mercado de fichajes veraniego de 2012, la implicación de Van der Vaart no ha sido la esperada. Los sucesos extradeportivos de su vida amorosa han desconcentrado a menudo el neerlandés, siendo más famoso algunos meses por esto que por buenos rendimientos en los terrenos de juego. Para colmo de males, declaró a algunos medios en medio del descenso que «quizás volvió al HSV en el momento equivocado». La despedida del club donde más tiempos felices vivió fue muy fría. Fue expulsado en la penúltima jornada y ni siquiera jugó el play off de descenso. Ni una sola carta de despedida. No tiene pinta de que los aficionados vayan a echarle demasiado en falta en los próximos meses.
A día de hoy, el fichaje de Van der Vaart por el Betis supone toda una icógnita. Los últimos años del futbolista hacen preveer que el paso del tulipán por el Villamarín no será exitoso pese a la expectación que se ha levantado en torno a su persona. La Eurocopa y las ganas de demostrar a los desconfiados que todavía tiene cuerda para rato son las bazas con las que cuenta el neerlandés para «triunfar» en el club andaluz.