Llegó la semana. La espera ha llegado a su final. La 70ª temporada de Fórmula 1 dará comienzo este domingo en Melbourne. El campeonato que inició su historia en 1950 celebrará este año su Gran Premio número 1000. Hubo algunas voces que pidieron que esta carrera fuera en el mismo circuito donde se disputó la primera, Silverstone, pero finalmente el trazado de Shanghái será el encargado de hacer que la categoría llegue al millar de pruebas.
Como viene siendo habitual, Australia inaugurará una temporada que se cerrará en Abu Dabi. La Fórmula 1 visitará 21 países para otorgar a final de año un nuevo título de pilotos y de equipos. Serán las mismas naciones que el año pasado, y, si ningún equipo sorprende, veremos un escenario bastante parecido al de la campaña anterior. A grandes rasgos, el orden de la parrilla será similar al que venimos conociendo. Mercedes y Ferrari liderarán, aunque parece que para este inicio los de Maranello andan un paso por delante. Red Bull estará a la estela. Tendremos un apretado grupo medio y Williams será el farolillo rojo en la pista.
Si no pasa nada raro, la única gran novedad será un salto de calidad de Alfa Romeo, el cual pasará a luchar por liderar la zona media. La completa adquisición de Sauber por parte de la marca italiana y la buena relación con Ferrari harán que el equipo, que hace un par de temporadas estaba hundido en la parrilla, pase a tener uno de los mejores monoplazas de la zona media. El resto, al menos en los primeros Grandes Premios del año, será similar a lo que vimos en las últimas carreras de 2018.
Lo más interesante que presenta esta nueva campaña es el cambio en el reglamento aerodinámico. Se han simplificado algunas zonas de los monoplazas con la intención de que sea más fácil seguir al piloto con el que se está luchando por posición. La configuración de los Fórmula 1 hacía que se perdiera mucha carga cuando se perseguía a un rival. Con la simplificación del alerón delantero, entrada de aire de frenos y bargeboards se espera que sea más fácil seguir a un monoplaza. La intención es muy buena, aunque no está confirmado que vaya a funcionar.
Las primeras carreras de la temporada nos dirán si el cambio ha ido para bien. Sobre el papel, parece que funcionará, pero los equipos no están muy convencidos de ello. De funcionar, la Fórmula 1 ganaría muchísimo. Poder tener dos monoplazas prácticamente pegados peleando por posición le daría una emoción muy necesaria a las actuales carreras. Que la categoría de un salto de calidad en cuanto a espectáculo generado dependerá casi completamente de que se haya dado en la tecla con el nuevo diseño de los monoplazas.
Si todo está dentro de lo normal, Lewis Hamilton o Sebastian Vettel sumarán un nuevo título a su palmarés a final de temporada. Son los dos grandes favoritos, aunque no debemos descartar a Charles Leclerc y Max Verstappen. El monegasco ya ha declarado que no llega para ser el escudero de nadie y aprovechará cualquier oportunidad que le dé Vettel para superarle. Que Verstappen esté en la lucha por el título depende más de su monoplaza que de él. Red Bull estrena motor y están muy confiados en que podrán ganar carreras con los japoneses. No hay que descartarlos, pero sí es cierto que no son candidatos al título a día de hoy.
Así es como se nos presenta la temporada 2019 de Fórmula 1. Esta es una pequeña fotografía inicial que no tiene porqué parecerse en nada a lo que ocurra finalmente durante el campeonato. Cada equipo dará su 110% para conseguir el mejor resultado posible en el campeonato. Mientras menos diferencia haya entre ellos, más divertido será. Que comience el espectáculo.
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