En los últimos meses hemos visto cómo el Aston Villa (14º en la Premier League 2021-22) ha fichado a Unai Emery (entrenador y pilar de un Villarreal semifinalista de la Champions League y reciente campeón de la Europa League), a Diego Carlos (uno de los mejores jugadores de un Sevilla que se clasificó para la Champions League por tercera temporada consecutiva) y a Álex Moreno (pieza clave de un Real Betis campeón de Copa y asentado en Europa).
“La Premier League es la Champions League cada fin de semana. Es la NBA del fútbol”, dijo Victor Orta, director deportivo del Leeds United, en una entrevista para La Media Inglesa. Orta habló sobre la gran brecha que existe en la actualidad entre el atractivo de la liga inglesa y el resto. Sobre cómo los salarios, los estadios llenos y el ritmo propios de la competición eran un reclamo incomparable para los futbolistas.
Minutos después de escribir estas líneas, un servidor veía al Manchester United remontar en cuatro minutos al City con Old Trafford a rebosar para acercarse a un punto de sus vecinos (algo que parecía imposible al principio de la temporada) y dar la posibilidad al Arsenal de alejarse a ocho puntos en la cabeza (algo que también parecía imposible hace unos meses con el fichaje de Haaland). Antes de este partidazo, la Federación Española anunciaba que la final de la Supercopa disputada en Arabia Saudita se verá en abierto en Estados Unidos, algo que no sucede en España.
Días como los de hoy y traspasos como los mencionados anteriormente nos hacen pensar que estamos a años luz del fútbol inglés. “Allí se hacen muy bien las cosas y aquí muy mal” es un comentario que empieza a ser cada vez más recurrente. Es una verdad a medias.
Volviendo a la entrevista, Orta dio con una de las claves de la brecha existente: “Cuando se empezaron a comercializar los derechos audiovisuales de la Premier League a nivel global, en una época en la que era peor que la liga española, se identificó que la diversificación del reparto económico generaría que todos los equipos tendrían más fondos a largo plazo y, por lo tanto, más capacidad para fichar a grandes jugadores.”
La tendencia en la liga española ha sido ir reduciendo la diferencia de Barça y Real Madrid respecto al resto en el reparto económico de los derechos televisivos, pero esta sigue siendo muy evidente. El buen hacer de la Premier League les ha llevado a una competición donde todos los clubes tienen su interés y casi todos tienen la capacidad de dar la sorpresa ante los más grandes. Una competición donde cada punto está lleno de exigencia. En LaLiga, por contra, azulgranas y merengues están en otra dimensión, tanto en el césped como en la atención mediática.
Pero también hay que tener en cuenta los factores que van más allá de cómo se gestiona la propia competición. El reparto económico es más equitativo en la Premier League, pero en la liga inglesa hay mucho más dinero a repartir. En la temporada 2021-22, la Premier repartió más de 1.000 millones de euros más que LaLiga. El buen hacer empresarial ha llevado a esta situación, sí, pero también hay cuestiones como la cantidad y la riqueza de la población inglesa o la penetración británica en mercados enormes como el norteamericano o el asiático que tienen que ver con factores históricos y sociales.
Uno de los principales motivos por los que en la Premier League no quieren la Superliga es que ellos ya son la Superliga. La brecha es cada vez más grande. Pero antes de rasgarnos las vestiduras porque Álex Moreno se vaya al Aston Villa o Alexander Isak al Newcastle, debemos hacerlo porque el Real Betis tenga problemas para inscribir a Joaquín o el Atlético de Madrid tenga que vender a jugadores para cuadrar sus cuentas. Analizemos antes la gestión de los clubes españoles, la rigidez de los límites salariales de LaLiga o si se está fomentando el interés por el fútbol en España. Hagamos eso antes de entrar en la comparación con la Premier League porque ahora la situación ya parece irreversible, como lo es que un club ‘pequeño’ no pueda retener a un jugador que despunta. Ahora la liga inglesa es el pez grande.