Brais TOURIÑO – Desastre luso en el primer encuentro del Mundial contra una engrasada Mannschaft. Ni el árbitro sirve como excusa para la mala imagen mostrada ayer, que habrá de mejorar para ir más allá de la primera fase del Mundial.
Los debuts siempre son complicados. Más en una Copa del Mundo. Más, si te enfrentas a Alemania, una de las favoritas a llevarse el trofeo a casa. Pero honestamente, nadie esperaba que las cosas fuesen tal y como ocurrieron.
A las 13h00 hora local, en un Arena Fonte Nova a medio construir, arrancaba uno de los choques estrella de la primera fase del Mundial. Y Alemania, que siempre es Alemania, se presentaba con la baja de Reus y con una larga lista de jugadores casi recién salidos de la enfermería, o al menos, faltos de ritmo, decían. Pues menos mal.
Por su parte, el conjunto luso salía con el once más "Paulo Bento" que podía disponer, confiando en su trío de confianza en el mediocampo, relegando a William Carvalho al banco. Personalmente, creo que su suplencia se explica desde el punto de vista de que ha tratado de protegerle, me explico; debut en un Mundial, contra Alemania… Que no ocurriese algo como con Busquets en el partido contra Suíza del pasado Mundial. En punta, Hugo Almeida (y su bigote) era titular.
Arrancaba el encuentro y Alemania dominaba la pelota, con Portugal agazapado, esperando la contra. Pronto se torcieron los planes, y es que de la hegemonía Ozil-Kroos-Gotze en tres cuartos, salía un penalty (más que dudoso) de Joao Pereira sobre este último que Müller se encargaría de transformar. Minuto doce y gol en contra.
Pero el verdadero drama vendría en torno a la media hora de encuentro. Primero, pinchazo de Hugo Almeida y lesión que le hará perderse la primera fase. En su lugar, salió un buen Éder. Tres minutos despues, remate solo de Hummels en el corazón del área lusa a la salida de un corner que ponía el dos a cero. Portugal, "tocado". Y cinco minutos después del gol, viene el "hundido". Presión de Müller sobre la posesión de Pepe. El alemán cae por un posible golpe en la cara y el jugador del Real Madrid vuelve sobre sus pasos para recriminárselo y darle un toque cabeza con cabeza. Milorad Mazic lo ve y le enseña la roja a Pepe. Puede que haya sido exagerado castigo para la acción, sí. Pepe, sospechoso habitual, no tenía nada a que ir allí, también.
El conjunto de Bento se quedaba con diez y antes del descanso, en el 45+1, Müller de nuevo daba la puntilla con un gol de listo, viendo el despeje de Alves, interceptándolo y marcando a placer.
Cuarenta y cinco minutos por delante, contra Alemania, perdiendo tres a cero y con diez. ¿Algo podía ir peor?
Efectivamente, sí. En el minuto 65 Coentrao, uno de los pocos que se estaba salvando del lado portugués, abandonaba el partido por lesión. Baja sensible que, al menos, se perderá como Hugo Almeida la primera fase. En el '78, Müller completaba su hattrick empujando al fondo de la red un (muy) mal despeje de Rui Patricio a un centro lateral. Y pase horizontal tras pase horizontal esperando a que el árbitro pitase el final, contra una Portugal deseándo que esto ocurriese.
Muchas cosas han de cambiar en Portugal para ir más allá de la fase de grupos. El fútbol de ayer distó mucho de ser lo fluído que fue (por fases) contra Suecia en la repesca y se intuye cierta obsesión con buscar a Cristiano en absolutamente todas las jugadas, poniéndolo fácil a la defensa contraria sobre todo si, como ayer, el crack de Madeira está totalmente desaparecido. Como lo estuvo Joao Moutinho. Mal partido de Rui Patricio, y qué decir de Pepe.
Paulo Bento, cuánto trabajo por hacer de cara a la "final" del próximo veintidós de junio frente a Estados Unidos. Ya no quedan excusas.
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