Hola maestro, hace ya casi nueve
meses que te fuiste e inevitablemente llegó el día de la cita más esperada que
tú nos “impusiste”, el GP de Jerez. Todos los que nos hicimos a la carretera
para deleitarnos con el atronador ruido de las motos sabíamos que no iba a ser
un fin de semana cualquiera por muchos motivos, uno de ellos y el más triste es
que tú ya no estás, el bueno, que nunca te vamos a dejar morir. Cada una de
esas almas que abarrotaban el trazado jerezano tiene una parte de ti, esa
semilla que dejaste germinar y de la que nació esta afición al motociclismo tan
grande en toda España.
De hecho, desde el propio
circuito de Jerez han movido cielo y tierra por hacerte ese homenaje que te mereces:
dar tu nombre a este trazado que ahora se llama Circuito de Jerez-Ángel Nieto y
hacerte un busto para que nadie al entrar ahí olvide de quien es “culpa” tanta
afición a la moto en un país como España e incluso fuera.
Tu historia es algo que ningún motero
debería olvidar maestro, y espero poner mi granito de arena para que eso no
pase, las nuevas generaciones no deberían olvidar quien fuiste y qué hiciste en
tiempos tan difíciles para el motociclismo. Aunque este punto creo que está
cubierto, la “cantera” de aficionados pequeñitos en el circuito fue grandiosa.
Pero maestro, ocultar la tristeza
de que tú no salieras ayer a saludar a Nieto-Peluqui, tu pelousse, es
inevitable. Parecía que siempre íbamos a ver a ese señor de pelo blanco con la
sonrisa de un niño saludar mientras era aclamado por tantos moteros y moteras,
sin embargo, ese señor no ha estado este año, podríamos escribir un relato de
lo efímero de las cosas pero no es lo que me ocupa ahora. Maestro, tú sí has
estado en el circuito de Jerez este año, no solamente en el recuerdo de tu
familia motera, también por tus hijos y demás familiares y amigos, en especial
por tus tres hijos. Tanto Gelete como Pablo dieron una vuelta a lomos de tu
Garelli y tu Derbi a uno de los más circuitos más esperados del calendario, el
de España, sin olvidar que el pequeño Hugo dio la salida a sus hermanos. Fue
una vuelta capaz de conmover a toda tu familia motera, uno de los más bonitos
homenajes hechos y por hacer en el mundo de la moto.
Eso sí, las emociones y los homenajes
no quedaron ahí, la familia motera también promovió una iniciativa preciosa y
cada vuelta 12+1, el número que te persiguió y que tan poco te gustaba
pronunciar, todo el trazado te aclamó dándote las gracias por haber hecho
posible que el motociclismo sea lo que es hoy, porque en gran parte es gracias
a ti.
Gracias de nuevo maestro, hasta
siempre.
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