Por fin

Por fin rompimos el maleficio de la finales europeas. Por fin pudimos saborear el oro continental. Por fin pudimos vengar a los que perdieron las anteriores cuatro finales. Por fin nuestros Hispanos tocaron el cielo en el torneo más difícil del mundo.

Este Europeo de Croacia comenzaba con polémica, ya que el seleccionador Jordi Ribera, decidió no convocar al blaugrana Víctor Tomás, para llevar en su lugar al jugador del Fenix Toulouse, Ferrán Solé, quien finalmente fue incluido en el All-Star del torneo gracias a su grandísima actuación

El azar quiso que la selección quedara encuadrada en el grupo D junto a Dinamarca, República Checa y Hungría, un grupo nada sencillo donde habría que sudar mucho para ganar los partidos.

El debut fue ante República Checa, un encuentro donde España fue un auténtico ciclón, venciendo 32-15 a quien a la postre sería la revelación de este Europeo. Lo peor de este partido fue la lesión de rodilla del cántabro Ángel Fernández, que lo obligó a perderse el resto del campeonato.

En el segundo partido se jugó contra la rocosa Hungría de Ljudomir Vranjes: para este encuentro se incorporó el jugador del Barça Aitor Ariño, en sustitución del lesionado Ángel.  Nuestros chicos vencieron al conjunto magyar 25-27, con una sensacional actuación del propio Ariño.

Para el final de la fase preliminar esperaba el hueso duro del grupo, Dinamarca, la actual campeona olímpica. Los daneses plantearon una defensa cerrada y dura, propia de la escuela escandinava, y consiguieron doblegar a nuestros chicos 22-25.

Ya en la Main Round nos tocó lidiar con tres grandísimas selecciones, Macedonia, Eslovenia y Alemania.

Ante Macedonia los pupilos de Jordi desplegaron un auténtico recital de juego en ambas áreas y sobre todo el ˈÁguila Imperial‘ Gonzalo Pérez de Vargas cuajó un sensacional partido bajos palos,  la victoria 20-31 cayó del lado hispano. 

Después vendría Eslovenia, la Eslovenia del «maestro» Veselin Vujovic, la misma Eslovenia que impidió a Españadisputar los Juegos de Rio. Una vez más, Vujovic demostró tener la llave mágica para vencer a los Hispanos: con un ataque muy táctico dirigido por el pequeño central Luka Cindric, consiguió sacar completamente a España del partido, los balcánicos vencieron 26-31. Esta derrota hizo saltar todas las alarmas en nuestra selección, e incluso los más agoreros nos veían fuera del torneo.

España se jugó todo ante la poderosa Alemania, si perdíamos nos volvíamos a España. Ante los germanos los Hispanos rozaron la excelencia, tanto en defensa, con un 5:1 que desesperó a los teutones, como en ataque, donde un Eduardo Gurbindo sacó todo su repertorio de juego, y demostró que sigue demasiado infravalorado. Victoria 27-31, pero la rodilla de Gonzalo dijo basta y le impidió disputar los últimos partidos del Euro.

Para semifinales, otra ve contra Francia, particular kryptonita de España. Pero si hay algo que define a este equipo es el afán por superarse. Debido a la lesión de Gonzalo, Jordi tuvo que llamar de urgencia a Arpad Sterbik, el arquero del Vardar llevaba sin jugar un mes entero. En una primera parte para la historia Francia sucumbió ante ˈLa Furia Españolaˈ y se fue a vestuarios con un contundente 15-9 en contra. En la segunda mitad los nuestros no bajaron el pistón y vencieron 27-23 para entrar en otra final, nuestra quinta final. Sería injusto no nombrar la actuación de Sterbik, que solo salió a pista para los cuatro lanzamientos de 7m que lanzaron los galos, parando tres de ellos y dando un importantísimo impulso moral a sus compañeros.

En la gran final, al igual que en 1998 habría que doblegar a Suecia. Una selección que hasta la fecha nunca había perdido una final continental, pero hacer historia nunca fue fácil. Tras una primera mitad nada buena España se fue al descanso perdiendo 12-14. Hubo que tirar de épica para remontar el resultado. ¿Pero qué es una buena historia sin su parte de épica? Con un Sterbik extraordinario y unos contragolpes letales, nuestros #Hispanos por fin vencían en una final europea 29-23

El domingo 28 de enero de 2018 estará para siempre escrito en letras de oro en la historia del balonmano patrio.

 Gonzalo, Rodrigo, Arpad, Ángel, Valero, Aitor, Ferrán, David, Julen, Adrià, Gedeón, Edu, Alex, Dani, Raúl, Joan, Iosu, Dani, Viran y el míster Jordi serán recordados para la posteridad. GRACIAS POR TANTO.

Permitidme acabar este artículo de homenaje a nuestros héroes de Zagreb, pidiendo más visibilidad para el noble deporte del BA-LON-MA-NO. Porque solo se le deben dar portadas cuando se ganan medallas, porque este oro no ha caído del cielo, este oro lleva el sello de muchos entrenadores de base que deben hacer virguerías con los pocos recursos de los que disponen. De muchos jugadores que entrenan diariamente combinando el deporte de la resina con otros trabajos, porque es muy pocos pueden vivir únicamente del balonmano. Este oro también lleva la firma del staff técnico,  de preparadores físicos, de masajistas, de fisios, que hacen el trabajo en la sombra sin esperar salir en los medios.

El balonmano necesita a los medios de comunicación para crecer y seguir en la élite. APOYÉMOLOS

Este oro también va ti ˈPepeluˈ, que seguro estarás sonriendo desde ahí arriba.