En los últimos meses, la serie ‘Narcos’ ha causado sensación. Esta serie ilustra la vida de Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más famosos e influyentes de la historia. Una de las frases más reconocidas de la serie es: “Plata o plomo”. Haciendo alusión a si se prefiere el dinero, o la muerte. El equivalente en este artículo, “Plata o gloria”, hace referencia al fútbol actual, donde esta ley parece ser quien rige la mentalidad de muchos futbolistas de primer nivel mundial.
El causante de todo esto es muy evidente, el fútbol chino. El gobierno chino quiere hacer del fútbol un deporte puntero y que China tenga una selección nacional de nivel. Por ello, existen planes de mejora del fútbol base, así como la obligatoriedad del fútbol en las escuelas. También es necesario conocer que el fútbol chino de primer nivel, está sufriendo una gran transformación, y que se están inyectando grandes cantidades de dinero en la Superliga china, la primera división de este país.
El problema aparece cuando los equipos chinos rompen literalmente el mercado de fichajes. Ofertas que alcanzan los 40 millones de euros de ficha al año, como en el caso de Tévez, hacen que los equipos europeos no puedan competir contra estos grandes salarios. El caso del ‘Apache’ es distinto, ya que, después de su paso por Boca no tenía pensado ir a ningún otro equipo, pero una oferta de ese tipo convence a cualquiera. El verdadero problema reside en los Oscar, Witsel, Hulk, Ramires o Alex Teixeira, quienes, con ofertas de clubes mucho mejores, prefieren irse a ganar grandes sumas de dinero en el fútbol chino, que quedarse en Europa y pelear por las grandes competiciones del Viejo Continente.
A diferencia de lo que ocurre con Qatar o la MLS, donde estos jugadores de primer nivel suelen irse a retirarse y a percibir grandes sumas de dinero, en el fútbol chino esto no es así. De los cinco futbolistas mencionados anteriormente, ninguno está en edad de retirarse, ya que el mayor de ellos, Hulk, tan solo tiene 30 años. Ese es el problema, que China compra jugadores en el momento álgido de sus carreras, y les paga una cantidad de dinero imposible de asumir por los grandes clubes europeos.
En este mercado de invierno, los casos más sonados han sido los de Oscar y Witsel, jugadores del Shanghai SIPG y del Tianjin Quanjian. El primero de ellos, tan solo ha jugado 10 partidos este curso, y el conjunto de Shanghai ha pagado una cifra superior a los 60 millones de euros para hacerse con sus servicios. El caso de Witsel ha sido más surrealista. El jugador belga tenía una oferta en firme de la Juventus, el mejor equipo de Italia en la actualidad. Sin embargo, ha rechazado esta oferta para marcharse a un conjunto recién ascendido a la Superliga china, dejando de lado su futuro como futbolista, y centrándose en el apartado económico.
En definitiva, el problema principal es la ambición sin límites de los futbolistas, que prefieren asegurarse grandes cantidades de dinero antes de tener un próspero futuro profesional. Es evidente que no todos lo hacen, pero futbolistas que parecía que se iban a comer el mundo decidieron irse al fútbol chino. Esto es el “Plata o gloria”, donde en muchos casos, por desgracia, gana la ‘plata’.