El palmarés de ganadores del Campeonato del Mundo de MotoGP está protagonizado por la bandera italiana, estadounidense y la española, principalmente. Mientras que los campeones norteamericanos y los españoles están repartidos en distintas épocas y, principalmente, entre diferentes pilotos; los títulos transalpinos se dividen, casi en exclusividad, entre los ocho de Agostini y los siete de Valentino Rossi.
Desde el último campeonato del ‘Doctor’ en el año 2009, no suena el himno italiano tras la última carrera de la temporada; y entre el primero de Valentino, en 2001, y el anterior de un italiano, habían pasado casi 20 años. Este tipo de sequías son habituales en la categoría reina entre pilotos italianos, aunque no lo son en las intermedias, pero el salto a la MotoGP se les resiste a los italianos. En cambio, en la actualidad cuentan con una generación muy prometedora de pilotos que les hacen soñar con repetir los gloriosos tiempos pasados.
Pecco Bagnaia y Franco Morbidelli ya dejaron de ser promesas para convertirse en realidades. El de Ducati es aspirante al título este año y ya ha demostrado ser uno de los pilotos más rápidos de la parrilla. Morbidelli, por su parte, cuenta con una Yamaha inferior a la de sus compañeros a pesar de ganarse por méritos propios, la pasada temporada, el derecho a estar en igualdad de condiciones. El ‘63’ y el ‘21’ suponen la mayor esperanza italiana a corto plazo, pero no la única.
También en la categoría reina, como rookies, con una capacidad de progresión enorme, están Enea Bastianini y Luca Marini. Los dos pilotos que, junto a Sam Lowes, se jugaron el campeonato de Moto2 la temporada 2020. Les ha costado un tiempo adaptarse a lo que requiere la Ducati pero, especialmente Bastianni, el campeón final de la categoría intermedia la pasada campaña, ha demostrado que ya es capaz de ir muy rápido y que Ducati puede soñar con otro piloto italiano sobre la montura roja. Sin olvidarnos, por supuesto, de Petrucci, que ya sabe lo que es ganar en MotoGP, y Savadori, que están compitiendo con la KTM y la Aprilia, respectivamente, en la categoría reina.
Pero no solo en MotoGP, en las categorías inferiores también hay grandes esperanzas puestas en pilotos italianos. Fabio Di Giannantonio y Marco Bezzechi están compitiendo por el campeonato y ya saben lo que es ganar en Moto2. Sus nombres ya suenan para equipos de MotoGP y están llamados a dar el salto. Como rookies en Moto2, se están haciendo un nombre en la categoría Tony Arbolino y Lorenzo Dalla Porta, campeón del mundo de Moto3, y se están adaptando a la categoría intermedia de forma brillante para asaltar la lucha por el campeonato en una o dos temporadas. Sin olvidarnos de Celestino Vietti, uno de los pilotos de la Academia de Valentino Rossi que mayor potencial demostraron, aunque le está costando adaptarse a la categoría intermedia y no consigue ir todo lo rápido que se esperaba.
Por último, en la categoría pequeña, Niccolo Antonelli y Andrea Migno, dos de los pilotos del rancho del ‘46’, han logrado ir muy rápido, han subido al podio y logrado poles, pero carecen de la consistencia para luchar por ganar el campeonato, al menos por ahora. La sombra de Agostini y de Valentino es demasiado alargada, pero en Italia pueden soñar con otro campeón nacional en MotoGP. Sin necesidad de esperar otros 20 años. El futuro es italiano.
1994. Tanos, Cantabria. Estudiante de periodismo. @SpheraSports y @FCBsphera “Esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido”.