Enrique JULIÁN GÓMEZ – Ha vuelto, tres años después. El belga Philippe Gilbert se ha reencontrado con la victoria en la primavera ciclista, en las clásicas de las Ardenas, tres años después de su inigualable 2011, en el que venció las tres grandes clásicas de las cotas. Ya venció hace unos días en la Flecha del Brabante, la prueba que ejerce de puente entre las pruebas del pavés y la semana de las Ardenas, y Gilbert ha confirmado su retorno en su sitio predilecto: el Cauberg.
Philippe Gilbert atacó en la famosa cota en Valkenburg, que habitualmente decide el vencedor de la Amstel Gold Race. Desde el año pasado la meta se movió desde la cima del Cauberg a un par de kilómetros más adelante, a priori para abrir la disputa. Pero el desenlace fue exactamente el mismo que en el Mundial 2012, disputado con este mismo final. El belga atacó en el mismo punto del Cauberg, por la esquina, y ni Gerrans, ni Valverde ni Kwiatkowski pudieron seguir su estela. Como hace dos años, cuando consiguió el maillot arco iris, Gilbert tuvo tiempo de celebrar su victoria, en este caso la tercera que consigue en la Amstel Gold Race, tras las de 2010 y 2011.
Antes, guion habitual, con diversos ataques pero ninguno relevante antes de la llegada del ultimo y decisivo paso por el Cauberg. La habitual fuga desde los primeros kilómetros, en la que destacaban Aleksey Lutsenko y Matej Mohoric, los dos últimos campeones del mundo Sub23, y de la que solo sobrevivieron hasta la parte final el francés Christophe Riblon, vencedor en Alpe D’Huez en el Tour, y Van Hacke.
A unos 40km de meta, un ataque de Voeckler se llevó consigo al una vez más activísimo Van Avermaet, destacado tanto en el adoquín como en las cotas, el inagotable Leukemans, Fuglsang, Weening, Kolobnev o Martens. Todos los equipos de favoritos, excepto Movistar y OPQS –que lo intentó con Stybar- habían colocado algún elemento en este ataque que murió en los kilómetros previos al Cauberg.
Un reencontrado Samuel Sánchez lanzó el ataque ‘señuelo’ en la base de la última cota, preparando el terreno para su compañero en BMC Philippe Gilbert, que lanzaría el ataque definitivo unos metros más adelante. Gerrans fue el único que hizo amago de seguirlo, pero el ritmo era demasiado fuerte. A su rueda Valverde, Kwiatkowski y Jelle Vanendert, que en el llano atacaría para hacerse con el segundo puesto del podio, por delante de australiano, murciano y polaco. Por otro lado, las decepciones del día fueron Joaquim Rodríguez, que tuvo que abandonar por una caída, al igual que Dan Martin, desconocido tras su excepcional 2013, cuando venció Volta, Lieja y etapa en el Tour. También el Lampre, que pese a contar con tres gallos en el corral, Damiano Cunego –hinchadísimo por la prensa italiana tras dejarse ver en País Vasco-, el campeón del mundo Rui Costa y el joven Diego Ulissi, desaparecio en la parte decisiva.
Pero quien vuelve a sonreir es Philippe Gilbert. Tras un par de años en el que sus contados éxitos se redujeron –y no es poco- a tres etapas en la Vuelta y el campeonato mundial en este mismo escenario, vuelve a su ambiente natural, las Ardenas. Y en especial la Amstel, en la que sus resultados desde 2009 son cuarto, primero, primero, sexto, quinto y primero, además del Mundial. Porque sin lugar a discusión, Philippe Gilbert es el monarca absoluto del Cauberg. Y desde ahora, máximo favorito a las otras dos citas de las Ardenas, esta semana, en Flecha Valona y Lieja.
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