Un Liverpool – Manchester United siempre es especial. Es el Clásico de Inglaterra. 182 partidos entre ambos, 61 victorias del Liverpool, 71 del Man United y 50 empates con 235 goles locales por 252 visitantes. Los dos equipos más grandes históricamente en el fútbol inglés, aunque en esta época moderna el dinero ha transformado la Premier League y el conjunto de Merseyside no es capaz de competir por todos los títulos como antaño.
Durante todo el siglo XXI, el Manchester United, con la inestimable ayuda de Sir Alex Ferguson, ha dominado en el país anglosajón y en Europa como ningún otro club británico ha sido capaz, pero tras su adiós las fuerzas se han equilibrado y el choque será una batalla de poder a poder. Más aun desde la llegada de Jürgen Klopp, el alemán ha dotado al Liverpool de la identidad y competitividad perdida hasta tal punto que los Reds eliminaron a los Red Devils en la pasada edición de la Europa League. Sin embargo, otro técnico de gran carácter, José Mourinho, ha acudido en el rescate del navío de Old Trafford.
Tal vez sea este el principal duelo y atractivo del partido: Klopp vs Mourinho. De la disposición que ambos entrenadores decidan, dependerá buena parte de las opciones de sus conjuntos. Si sus XIs son más o menos ofensivos, de la libertad que tengan sus estrellas y la idea de fútbol que propongan, por ejemplo. Con la sombra de Rooney en el banquillo -el capitán siempre ha respondido en las grandes citas- las primeras críticas a Ibrahimovic por su edad, la habitual suplencia de Sturridge y por ende ausencia de ‘9’ en el conjunto local; los focos del gran teatro de Anfield se centrarán en dos hombres: Philippe Coutinho y Paul Pogba.
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Ídolos de instituto
Sus trayectorias son radicalmente opuestas. Empezando por su llegada; el brasileño aterrizó en Anfield en enero de 2013 por la irrisoria cantidad -teniendo en cuenta la inflación del mercado y su posterior rendimiento- de 13 millones de euros. Pogba, en cambio, ha regresado a la que fue su casa como el fichaje más caro de la historia del fútbol: 105 millones de euros (Transfermarkt). Philippe es el chico reservado que no se mete con nadie, que no llama la atención, destaca -ni quiere- entre la multitud, de cuerpo menudo y sonrisa irresistible que toda madre quiere como novio para su hija. Paul es todo lo contrario; es el rebelde sin causa, el malote del barrio a quien todas las mujeres se rifan y para quien la vida es una pista de baile. Sin diversión, nada tiene sentido. Dos ídolos de instituto americano ochentero con la misma chica como objetivo para el baile de graduación, la pelota, pero que solo uno podrá conquistar.
¿Qué tiene uno que el otro envidie?
Aunque se dice que un jugador vale lo que un equipo está dispuesto a pagar por él. Centrémonos en lo que sucede en el verde, con la pelota en los pies. ¿Qué puede aportar cada futbolista? Su posición natural es la misma; el ‘10’, enganche, mediapunta, trescuartista, llámenlo como quieran, aunque casualmente ninguno de los dos desempeña en esa posición actualmente. Coutinho parte como falso extremo izquierdo en el 4-3-3 de Klopp aunque su hábitat natural es el centro y su presa, la pelota. Desde la banda izquierda puede aprovechar los espacios a la contra que tanto gustan a la sinfonía de Rock and Roll del alemán, su efectivo uno contra uno e inventar su gol fetiche: esa rosca imposible desde la frontal que acaricia suavemente las mallas del palo largo e inalcanzable para el cancerbero.
Pogba ha retrasado su posición a su llegada a Old Trafford y juega en el doble pivote junto con Fellaini/Ander Herrera/ambos en función del grado de atrevimiento que Mourinho muestre ese día. Pero al igual que Philippe, Paul no sabe vivir lejos del área, siente una opresión en el pecho que le impide no acercarse a su amada si lleva dos jugadas consecutivas sin visitar su balcón, cual Romeo. Y ahí aprovecha su potente disparo, imparable, si es bien ejecutado, y eso es casi siempre. O su juego aéreo, en el cual para describirlo me remito a las mismas palabras utilizadas con su otra gran cualidad. Todo ello aderezado con su indudable sentido de la responsabilidad; las quiere jugar todas y si erra, con más razón pedirá la siguiente.
¿Quién es más importante para su equipo?
Lo ideal sería dejar esta pregunta sin respuesta. A gusto del lector. Tal vez, la balanza se inclina ligeramente hacia el lado del francés. Quizá sea mérito del Liverpool, saber paliar la baja de su mejor hombre pero Firmino, Lallana, Mané y compañía han mantenido la competitividad sin ‘O Mágico’. En cambio, cuando ‘Pogboom’ ha encontrado su sitio, el Manchester United ha mejorado y la baja del francés sería una faena para Mourinho. Lugar del baile: Anfield. Fecha: lunes, 17 de octubre. Y el ganador del “cara a cara” es…
1994. Tanos, Cantabria. Estudiante de periodismo. @SpheraSports y @FCBsphera “Esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido”.
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