Hace un par de meses escribí en esta misma página que el fin de Cristiano estaba cerca, que el Madrid debía aprovechar para hacer caja y pensar en rastrear una estrella de futuro (Dybala era mi opción). Lo venía pensando desde hacía tiempo, esperando la reacción del portugués, pero ésta no llegaba y mi paciencia se acababa. Cristiano no era decisivo en los grandes partidos, se empeñaba en jugar por la izquierda impidiendo el crecimiento de Bale donde más puede rendir y seguía con sus gestos egoístas cuando un compañero no le pasaba el balón (aunque el acompañante marcara).
Pero el fútbol ha vivido una revolución en quince días. El Madrid ganó en el Camp Nou (con gol decisivo de Cristiano), hizo el ridículo en Wolfsburgo y remontó con un hat-trick del portugués en la vuelta, el Barça era favorito a repetir el triplete y ahora está fuera de la Champions y viviendo de la renta del golaverage en la Liga, y el Atleti es favorito al doblete Liga-Champions. Todo en dos semanas.
Igual que la situación futbolística, yo también cambio. De opinión. ¿Dónde están los que criticaban a Cristiano? Esa pregunta la escuché mil veces el martes pasado. Pues aquí, aquí estoy. Yo perdí la confianza en Ronaldo porque desde la fiesta de Kevin Roldán se marcó un año de goles modestos y ningún título. Ahora Cristiano ha cambiado, se ha puesto la camiseta de líder, ha vuelto a la senda de los goles decisivos y el día del Wolfsburgo hasta se pegó una carrera para presionar al portero, haciendo recordar a Raúl. Para los que digan que eso no vale para nada, que le pregunten al Cholo y sus aspavientos desde la banda.
Como decía, aquí estoy. Yo critiqué a Cristiano y yo hoy le pido perdón. Mis dudas eran fundadas, insisto, pero a este Cristiano no se le puede vender. Porque empieza a entender que ya no se va de nadie, pero que es el mejor rematador del mundo. Si acepta este nuevo rol, como hizo el día del Wolfsburgo, deja la banda izquierda para Benzema (soberbio) o Bale, se centra en vivir de su pegada y su instinto, Cristiano aumentará sus cifras de goles, seguirá luchando por Pichichis, Botas y Balones de Oro, y el Madrid seguirá disfrutando al mejor nueve del mundo. No es el mejor jugador pero sí el mejor delantero centro.