Enésima guerra urbana vivida en el derbi de Belgrado. Varios policías resultaron heridos durante el partido. El Pequeño Marakana sufrió de nuevo un episodio de violencia en sus gradas con quema de asientos y destrozo de material.
Boca contra River Plate, Galatasaray ante el Fenerbahce, Roma contra la Lazio, Panathinakos contra el Olympiakos, Rangers contra el Celtic. Y, por supuesto Partizan contra Estrella Roja. Estos son probablemente los derbis de de mayor riesgo en el mundo, en virtud de una rivalidad que a lo largo de las décadas ha ido mucho más allá del deporte y que esconde el trasfondo político o religioso a través del deporte rey.
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En el Marakana de Belgrado, en la noche del pasado martes se vivió de nuevo un capítulo de violencia entre los anfitriones del Estrella Roja y los visitantes del Partizan Belgrado. En un partido de fútbol en el que el fútbol volvió a pasar a un segundo plano, la hinchada visitante se dedicó a incendiar los asientos del estadio y destruyendo parte del estadio y utilizando bombas de humo.
Debido a estos incidentes, fue necesaria la intervención de los bomberos para sofocar los conatos de incendios y la intervención de los cuerpos de seguridad del estadio y de la policía serbia para evitar incidentes más graves durante el partido. Antes del inicio del partido se registraron cuatro policías heridos tras enfrentarse a los ultras del Partizan.
En el partido de la primera vuelta entre ambos equipos, la ‘guerra’ fue incluso mayor, 44 fueron los detenidos por los disturbios montados, y 8 policías fueron heridos.
En el recuerdo, el 30 de octubre de 1990 en el Stadion FK Partizan se lanzó un cohete desde la parte de ultras del Partizan que impactó en un chaval de 17 años del Estrella Roja produciendo la muerte del joven yugoslavo.
Una guerra entre dos equipos, dos zonas de la ciudad de Belgrado llena de odio que sigue pasando de generación a generación y cuya situación no parece mejorar con el paso de los años. Lo que en algún momento fue un derbi de fútbol, ha pasado a ser la excusa de violencia gratuita.