Como si de una partida de cartas se tratara, los participantes empiezan a pensar sus jugadas y cómo puede transcurrir el juego. Eso sí, hay algunas que todavía están boca abajo y pueden cambiarlo todo.
En plena recta final de la temporada europea, con los títulos en juego, los equipos ya se están moviendo de cara al próximo curso. Algunos como el Madrid, empujado también por las circunstancias (salida de Deck), adelantan alguna incorporación. Así ha llegado ya al conjunto blanco el pívot francés Vincent Poirier, que queda ligado con un contrato por varias campañas.
De cara a la Euroliga del próximo año, y con ocho equipos aún en liza, conocemos ya 16 de los 18 participantes. Tres españoles (FC Barcelona, Real Madrid, Baskonia), dos griegos (Olympiacos y PAO), dos alemanes (Bayern y ALBA), dos turcos (Fener y Efes), dos rusos (CSKA y Unics) un francés (ASVEL), un italiano (Milán), un monegasco (Mónaco), un lituano (Žalgiris) y un israelí (Maccabi).
La clasificación vía EuroCup de Mónaco y Unics ha dejado fuera, por ejemplo a la Virtus de Djordjević, Teodosić o Belinelli. El conjunto italiano había confeccionado uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años con un objetivo claro: disputar la máxima competición. Ahora sólo podrá hacerlo si recibe una wild card.
Wild card que, por cierto, hay dos y están muy caras. También Valencia Basket se aferra a esa vía para repetir participación. Algo que parece que no ocurrirá. Tendría sentido que esas dos invitaciones terminasen siendo para el Zenit de Pascual, una de las sorpresas de la temporada y equipo de playoffs, y para el campeón de la Liga Adriática. De no ser así, el baloncesto balcánico se quedaría sin representación.
A estas incógnitas por resolver hay que sumar que muchos otros equipos tendrán que esperar a terminar sus respectivas ligas para saber si participan en EuroCup o Basketball Champions League, momento en el que ya podrán confeccionar a conciencia la plantilla.
La competición a disputar, más que por un tema salarial o de presupuesto, es fundamental a la hora de atraer efectivos a tu proyecto. A muchos jugadores o entrenadores lo que les termina de convencer es el escaparate. Sin competición europea es difícil dar el salto a la Euroliga o, incluso, a la NBA.
Y hablando de NBA, ahí se disputa una partida de cartas paralela. Hasta que al otro lado del Atlántico no empiecen a perfilar sus plantillas (y muchas semanas después) los equipos europeos no podrán estar tranquilos con sus jugadores. Lo mismo pasa en el sentido contrario, muchos descartes de las franquicias se convertirán en piezas codiciadas con la temporada a punto de comenzar o ya en marcha.
Parece que jugadores importantes como Micić (dirección EEUU), Grigonis, Henry o Kalinić (por nombrar algunos) se van a mover. Željko Obradović empieza a sonar para volver. La partida ya ha comenzado y te puedes quedar atrás… pero estamos en abril. Queda mucho aún por decidir. Paciencia y a divertirse.
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