Nos piden desde las televisiones precaución, que hay un volcán peligrosísimo cerca, mientras aguardan al lado del cráter con los micros en mano y con una máscara sacada de un capítulo apocalíptico de Black Mirror. Así vamos. Mientras el periodismo nos reclama algo para hacer exactamente lo contario, Josep Pedrerol nos explica de lo que va esta profesión. Lo exclama en una universidad repleta de acólitos, pidiendo que nadie cuente de qué va el periodismo mientras él lo explica. En fin: a veces da la sensación de que se ha creído tanto a su personaje que hasta para comprar el pan pide que le enfoquen correctamente. Esta baguette esta rancia. Así no, tú.
Este fin de semana la calma aborda a los periodistas. El parón internacional es ese lugar de descanso en una vida repleta de encuentros que cansan hasta al más amante del fútbol internacional. Esta parada recuerda a Walter White cantando en su coche que en el desierto no puedes recordar tu nombre tras haber asesinado a un narcotraficante. Disfrutemos del Suecia-Kosovo después de tener que analizar cómo va a dar un giro de 180 grados Quique Sánchez Flores en su Getafe.
Aunque, como siempre, cada uno se tomará estos días a su manera. Unos querrán informarse de todo lo que ocurra en el mundo del balompié -interesados, por supuesto, en la salida de balón de la selección de Sudán del Sur- y otros pensarán que conocer qué hace el rival de España en la fase clasificatoria del Mundial es inútil incluso aunque sepan que en un año los verán en Catar. Lo bueno es que esta vez el cuadro de Luis Enrique no tendrá que enfrentarse a lo que algún que otro gurú de la profesión considera que es un mal equipo. No nos leerán la alineación de los kosovares en tono jocoso. Cada uno se conforma con lo que puede.
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