Qué triste es el mundo de las lesiones en el fútbol. Tan desgarrador como inevitable. Tiran por tierra estados de forma, temporadas e incluso carreras enteras, además de que hacen parecer que el trabajo individual no sirve de nada, un trabajo del que solamente el propio futbolista es consciente.
Es increíble que Ansu Fati todavía tenga 20 años. Hoy, 31 de octubre, una de las jóvenes promesas del fútbol español y mundial deja atrás la etiqueta de ‘teenager’, pero no la de ‘joven’ y, por desgracia, tampoco la de ‘promesa’. Ansu irrumpió en la élite del fútbol con tan solo 16 años vistiendo la camiseta del Barcelona. Brillaba por su descaro, sus ganas de llegar a la portería rival en el menor tiempo posible, su efectividad haciéndolo y, por supuesto, sus goles. Parecía tocado por una varita en el aspecto goleador. Tanto era así que, aun a día de hoy, conserva varios récords de precocidad: goleador más joven de la historia de LaLiga con el Barça, jugador más joven en marcar y asistir en un partido de LaLiga, goleador más joven de la historia de la Champions… Además fue el futbolista más joven en anotar con la Selección Española, título que hace poco le arrebató su compañero de equipo Gavi. Y no eran récords vacíos y ventajistas. Verlo en el campo era una salvajada, hasta que llegó el fatídico día de su lesión.
El 7 de noviembre de 2020, una semana después de cumplir 18 años, todo se truncó. En un Barcelona – Real Betis, Ansu se rompió el menisco interno de la pierna izquierda. La lesión fue más grave de lo que se esperaba en un primer momento y estuvo de baja lo que restaba de temporada, prácticamente toda. Tras volver, recaída tras recaída con destellos de su enorme calidad de por medio, hasta llegar al Ansu que conocemos hoy. Sigue siendo un grandísimo futbolista pero está muy lejos de ser el que era con 17 años, se le nota.
Como siempre dice Xavi, con Ansu hay un plan de recuperación. El ’10’ del Barça es un futbolista capital y del que ya hemos podido ver su potencial que, recordemos, con 17 años todavía estaba muy lejos de su techo futbolístico. Tras tantas lesiones, es importantísimo no forzar la máquina y que hasta la última célula de su cuerpo se recupere a la perfección. No hay prisa.
También es importante recalcar una cosa: muchas veces el Ansu Fati que recordamos son las expectativas que nosotros teníamos de él. A día de hoy es imposible que las cumpla, pues con todos los problemas que ha tenido sería inhumano. Es por eso que me gustaría recordar que lo que vimos fue un chico de 16-17 años con muchísima proyección, y que todavía la tiene.
Personalmente, confío en Ansu y en su recuperación. Como todo el mundo, no sé si volveremos a ver al mejor Fati, pero estoy convencido de que volverá a ser importante, pero todo a su debido tiempo. También me gustaría hacer una dura crítica hacia todo aquel que le desea lo que le pasó al ya mítico Jesé. Sobre todo desde el sector madridista, he leído barbaridades sobre Ansu que lo colocan como al canario, no a modo de opinión, sino a modo de deseo. Sinceramente creo que esas reacciones responden al miedo que tenían de él, miedo de un niño de 16 años que estaba destinado a reinar en el fútbol nacional. Pero esto no es un tema de escudos, es un tema de personas.
En el día de su cumpleaños, me gustaría enviarle un mensaje de apoyo tremendo y de confianza en él. El resto de días lo pienso, hoy lo exteriorizo. Y para todo aquel que esté leyendo esto, calma. Solo la gente del Barça y el propio Ansu saben cómo está realmente el tema por lo que, desde fuera, debemos tener calma y paciencia con él. Démosle su tiempo y apoyémoslo cada vez que pise un terreno de juego. Cada gesto cuenta.
Imagen de cabecera: FC Barcelona