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EURO 2024

Otro gallo cantaría

España está en semifinales. Hay que volver a decirlo. Porque esta selección, que debía emerger tras un cambio generacional con un listón tan alto como el de su estrella cosida en el pecho, ha alzado el vuelo. Ahora le espera Francia; un combinado que antes de iniciar la Eurocopa era una de las claras candidatas por ser un proyecto consolidado y que llegaba con el rotundo éxito del Mundial de 2018 a sus espaldas. Una vez abierto el corral, el gallo no canta tanto; aunque siempre puede despertar a cualquiera para recordarle que quiere mandar en el gallinero.

España no ha podido tomar el camino fácil, el de los atajos que recortan tiempo y esfuerzo. Con la mochila bien llena y pasito a pasito desde una fase de grupos que le cruzó con Italia y Croacia. El pleno de victorias, con un juego disfrutón, hizo que la ilusión se multiplicara. A la Roja le tocó encajar en el papel de villano, derribando la esperanza que Georgia había construido en su debut. Más tarde se puso el traje de héroe ante Alemania y su ventaja de competir en casa, para masticar sus sueños como el que destroza cereales de un crujido. Todos los acontecimientos apuntan a creer; a pesar de la resaca y las secuelas que han dejado los cuartos.

El éxito no está configurado con una línea recta y España ha afrontado el contratiempo para seguir dirigiéndose hacia él. La comunión de este grupo es su mayor salvavidas. Adoptar cada rol, aportar y estar preparado. Que le pregunten a Dani Olmo por el Carpe Diem. Decían que España no tenía ninguna estrella, pero tiene un tipo que se llama Rodrigo y es, probablemente, el mejor mediocentro del momento, un par de bichos en las bandas que destruyen la calma para generar el caos, entre otros. Los cachorros son osados, enérgicos y pretenden comerse el mundo a bocados. Sin la contaminación, hay astros que brillan. Para la próxima noche de este torneo, vamos a esperar que Griezmann siga en la discreción, que a Mbappé no le pique la nariz y le coja un arrebato y que el cosmos encuentre algo para distraer a Kanté y perturbe su infinita atención.

El verano es mucho más verano cuando hay Eurocopa o Mundiales. Sobre todo, para los niños que hemos cumplido una vuelta al sol tras otra en el mes de julio. A falta de fiestas de cumpleaños con los amigos del cole, que ya se habían desperdigado en las vacaciones, juerga cada dos años con la redonda. No está nada mal. Aunque esto, a veces, puede ser como aquello de tener una buena y una mala noticia. ¿Cuál se dice primero? El día de mi cumpleaños le rompieron la nariz a Luis Enrique, también celebré un aniversario la noche que fuimos campeones del mundo. Para lo de mañana, que gane el mejor y que podamos soplar las velas.

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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