El triunfo de Carlos Alcaraz en Madrid ha copado de titulares los principales medios de tenis, que no deben pasar por alto que, en la Caja Mágica, hubo una mujer que también hizo historia. Su nombre es Ons Jabeur y, sobre la arcilla madrileña, se convirtió en la primera jugadora árabe y norteafricana en alzar un título WTA 1000.
La tenista tunecina cuajó un sensacional torneo y apartó a Jessica Pegula (7-5 0-6 6-2) en la lucha por el entorchado, lo que le dio acceso al séptimo escalafón del ranking mundial. “Me gusta motivarme fuera de las pistas y mi equipo me ha ayudado mucho. Issam y Kareem y, especialmente, Melanie -la psicóloga deportiva de la jugadora- esta semana. Es increíble tenerla y espero que vuelva conmigo para más torneos”, reconocía en una entrevista con medios oficiales.
Son cada vez más los jugadores y jugadoras que cuentan con un psicólogo deportivo entre sus filas. Sin duda, un profesional de este tipo se convierte en una figura impulsora del cambio y generadora de autoconfianza. Y es que, precisamente, la confianza es uno de los intangibles más valiosos en el tenis, capaz de aupar o decrecer el nivel de un tenista en la cancha.
“Creo que el hecho de que ella esté presente conmigo físicamente ayuda mucho. Logramos armar algunas sesiones. Siento que lo virtual no ayuda tanto como cuando alguien está físicamente contigo. El hecho de que pudiera verme jugar en directo y ver mis entrenos, la ayuda a tener una mejor idea de lo que estoy haciendo. Me calma cuando está aquí y puede ver lo estresada que estaba. Vio lo que hice durante esas dos semanas y, ahora, puede trabajar con eso para ayudarme más”.
Una de las claves del éxito de Jabeur consiste en empezar a manejar las situaciones de una forma distinta. La tunecina está experimentando una madurez, en términos mentales, que la está haciendo sacar su mejor tenis y no bloquearse a un paso del título.
Abrochó su primer trofeo en junio de 2021 en el torneo de Birmingham. Desde entonces, había disputado otras dos finales, en Chicago y en Charleston este mismo año, pero su triunfo en Madrid es fruto de la progresión en el aspecto mental que está teniendo a sus 27 años.
A Toni Nadal, tío y mentor del campeón de 21 Grandes, se le ha escuchado la frase de que “hay que mantener esa ilusión por triunfar, ya que un éxito presente no me augura un éxito futuro”. Y, bajo esa premisa, Ons Jabeur está dispuesta a seguir trabajando en la misma dirección.
“Quiero estar en el Top 5. Quiero ganar Grand Slams. Para poder hacerlo creo que tengo que pasar por una final como esta, la segunda final más grande después de un Grand Slam. No puedo escapar de no hacer esto nunca más”.
“Se trataba de llegar lejos en este torneo, saber lo que valgo en algunos partidos y poder desafiarme a mí también, porque esto es un desafío conmigo misma. El trofeo es increíble, pero para mí, lo más importante es que tenía que hacer esto para poder ganar un Grand Slam algún día”.
Esa es la filosofía Jabeur, donde la ambición y la confianza en una misma van de la mano. La clave de un triunfo histórico.
Imagen de cabecera: Ons Jabeur