Ons Jabeur (Ksar El Hellar, Túnez, 1994) ha hecho historia este pasado fin de semana. En la hierba de Birmingham (Viking Classic Birmingham). La tenista tunecina se ha convertido en la primera tenista árabe o norteafricana en conquistar un título WTA. El título en la hierba británica es la punta del iceberg de una lista cada vez más larga de ‘primeras’ veces para Ons. Y seguirá.
Catherine MacNally (Q) 6-4, 6-2; Leylah Fernandez 6-4, 3-6, 7-6; Anastasia Potapova 6-4, 6-0; Heather Watson 6-3, 6-3; y Daria Kasatkina 7-5, 6-4. Cinco partidos, 10 sets a favor y solo uno (Fernandez en octavos) en contra. Ha sido el camino que ya ha pasado a la historia del tenis árabe. Los cinco peldaños de Ons Jabeur.
La de Birmingham era la tercera final WTA de la tenista de 26 años. Jugó (y perdió) los partidos por el título en el torneo WTA Premier de Moscú 2018 (ante Kasatkina, rival a la que ganó el domingo en Birmingham) y en el WTA 250 de Charleston 2021 (ante la australiana Astra Sharma).
Jabeur es plenamente consciente de lo que supone para el tenis femenino árabe su figura. Incluso sin conseguir los éxitos que está logrando, su figura y su progreso sirven de referencia e inspiración para ver más jugadoras tanto árabes como tunecinas en el circuito: “Sabía que tenía que ganar este título para dar un ejemplo. No hay muchas tenistas tunecinas por lo que espero que sirva de ejemplo e inspire a posibles futuras tenistas. Me gustaría ver más árabes y tunecinas conmigo en el circuito”. Fueron las primeras palabras de Ons como campeona.
La lista de primeras cosas relevantes que ha ido consiguiendo Jabeur comenzó en 2011. Entonces, en Roland-Garros, la hoy campeona WTA, se convirtió en la primera mujer árabe en ganar un Grand Slam junior. De dicho éxito como júnior a las primeras grandes actuaciones en el circuito profesional pasaron seis años. En 2017 y también en París, rompió su propia barrera y la del tenis árabe en un Grand Slam metiéndose en tercera ronda.
La segunda semana tuvo que esperar hasta el año pasado en el Abierto de Australia, donde Jabeur rompió dos barreras a la vez: primeros octavos y primeros cuartos de final. Desde entonces ha vuelto dos veces a la segunda semana y ambas en Roland-Garros.
Todas estas metas volantes superadas tienen su reflejo directo en la clasificación. En octubre de 2018, tras disputar su primera final WTA en Moscú, la tunecina irrumpió en el top100. El salto fue importante: del 101 al 62. Acabó el año en el top60.
En abril y mayo de 2019 alcanzó el número 55 y en septiembre el 54. Sin embargo, tras ceder en primera ronda en Moscú 12 meses después de la final, pasó de rozar el top50 a salir del top75.
En 2020 la situación mejoró notablemente gracias a su irrupción en los cuartos de final del Abierto de Australia. De estar fuera de las 80 mejores raquetas a estrenarse en el top50. La grandeza de un Grand Slam. Sucesivos cuartos de final en la temporada y los octavos de final en Roland-Garros de septiembre le permitieron acabar el año en el número 31 de la WTA.
En 2021, de momento, lleva unas semifinales y una final en Charleston, de nuevo los octavos en París y su primer título WTA en Birmingham. De la hierba británica sale con su mejor clasificación (#24) y haciendo historia para el tenis tunecino y árabe.
La fiesta no pudo ser completa ganando el cuadro de dobles ya que Jabeur, junto a la australiana Ellen Perez, cayeron en la final ante la pareja checa Bouzkova/Hradeka.
Madrid. Periodista y CCMM. Redactor en @elcontragolpe_ Gestiono @ATPsphera Antes en @franquicianet portal de @t4franquicias Punto de Encuentro y EL MUNDO