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Celta

Nunca un pecho frío

Como muchas veces se dice, pese a tener la máxima jerarquía en una plantilla de fútbol, el entrenador es la pieza más débil. Cuando las cosas van mal, es al primero al que se señala con el dedo y, por supuesto, es el primero en ser reemplazado. Considero que esta dinámica corresponde la necesidad de cambiar de aires y probar un nuevo contexto en un equipo con dinámica negativa pues lo peor que puede pasar es que sigan en esa misma dinámica. Casi cualquier cambio va a ser a mejor.

El Celta de Vigo estaba en una de esas malas dinámicas. Tras enlazar varios partidos perdidos contra rivales de la zona alta de la tabla, el calendario se suavizaba considerablemente, pero el equipo no logró reaccionar. Una plantilla con muchos cambios y que empezó encadenando derrotas no puede crecer en cuestión de confianza, es imposible. Es por ello que su entrenador, Eduardo ‘Chacho’ Coudet ha sido destituido esta mañana del cargo. Un entrenador al que la afición celeste debe recordar con cariño y valorar todo lo bueno que les dio con anterioridad. Llegó de un equipo campeón en Brasil con el objetivo de remontar a un equipo prácticamente muerto y camino del descenso, o de sufrir muchísimo para evitarlo. En su primera temporada -en la que llegó en noviembre- logró dejar al Celta a las puertas de Europa, 8º con 53 puntos. Recordemos que el objetivo era no descender. Tras una segunda temporada más mediocre pero en la que también se aseguró la permanencia con suficiencia, lo de este inicio de temporada era insostenible.

Como aficionado que soy al Celta, veo todos los partidos, en Balaídos si son en casa. En los últimos encuentros me estaba yendo del estadio con la sensación de que algo fallaba, no tenía claro el qué, pero sabía que algo no iba bien. Es muy fácil decir «no ganamos puntos, es culpa del entrenador», pero yo quería ir algo más allá. Ingenuo de mí, creía que el problema no era Coudet, al menos no el problema completo pues algo de culpa siempre hay. Pero al fin y al cabo, lo que importa es lo que piensen en la directiva del club, y parece ser que se había perdido la confianza en él. Esto ya no es una novedad, pues son varios los roces entre técnico y directiva, sobre todo en el tema de los fichajes.

Siguiendo este hilo, hace no demasiado se incorporó al Celta como nuevo director deportivo Luis Campos, que ocupa el mismo puesto en el PSG. En diversas ocasiones se dijo que los intereses de uno y otro eran diferentes, y desde el club el apoyo fue para Campos pues se confía ciegamente en él. Llegada la oportunidad de destituir a Coudet -pues los resultados no acompañaban-, Luis Campos colocó a un entrenador de su escuela, Carlos Carvalhal. Portugués, Carvalhal viene de entrenar al Braga, equipo en el que lo hizo realmente bien, terminando la Liga Nos en 4ª posición y cayendo en cuartos de final de la Europa League. Veremos que tal lo hace en Vigo, llegar a Europa sería un logro enorme pues es el ambicioso objetivo por el que luchan los celestes cada temporada. Pero como cuando llegó Coudet, a día de hoy el objetivo es salir de la zona baja a de la tabla, pues se encuentran rondando peligrosamente las zonas de descenso.

Como ‘celtiña’ que soy, tocas despedirnos del que fue nuestro líder en el banquillo los últimos dos años, el conductor de la ‘Chachoneta‘. También desearle mucha suerte allá donde vaya, que nunca pierda esa actitud que lo caracteriza. Como dijo él una vez, «cornudo puede ser, pero pecho frío nunca».

Imagen de cabecera: RC Celta de Vigo

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