Desde hace semanas ha quedado claro que esta temporada se está convirtiendo en la más interesante de los últimos años en Primera División. La igualdad entre Atlético de Madrid, Barça, Real Madrid y Sevilla (sobre todo en las últimas jornadas) ha puesto emoción en todos los partidos, independientemente del rival.
Llega un momento en cada temporada, cuando quedan 6-7 partidos aproximadamente, en el que los periodistas (y también los aficionados) hacemos un calendario con los partidos que le quedan a según qué equipo para ver a quién se enfrenta y dónde. Y de ahí sacamos nuestros propios cálculos, como si fuésemos matemáticos y visionarios de profesión, intentando acertar cuántos puntos sacará cierto equipo en cada jornada: 3, 1 o ninguno. De ahí sumamos cuántos puntos sumará hasta final de temporada y ya está, ya tenemos al campeón de liga, quién se salvará, los 3 equipos que bajarán y los que irán a Europa. Fácil. Pero lo que más me encanta y me fascina a partes iguales es cómo la gente -afición y periodistas- se rompe la cabeza buscando datos que refuercen sus argumentos para que luego el fútbol acabe haciendo lo que le da la gana, como siempre. A esa incertidumbre constante que tenemos esta temporada de no saber qué pasará en cada partido también han ayudado los equipos: imprevisibles y poco fiables. Nunca hacer la quiniela fue tan difícil. Las cábalas, la calculadora, calendario en mano… nada.
Por ejemplo, el Barça le recorta 10 puntos al Atlético de Madrid y cuando tiene a tiro el liderato falla y no una ni dos veces. Ante el Granada deja pasar la oportunidad de poner patas arriba la liga y en el Ciutat de Valencia o no pudo o no quiso ser líder. En los grandes partidos falla, pero contra los equipos de abajo, también.
Hazard, otro ejemplo. Ha pasado sin pena ni gloria en su segunda temporada vistiendo la camiseta del Madrid, y es un jugador al que siempre ponemos en la lista de bajas por inercia, dando por hecho que siempre está en la enfermería o recuperándose de algo… Pues va y marca ante el Sevilla sin querer, cuando escondía la pierna para no molestar el disparo de Kroos. Y evita que el Madrid pierda casi toda opción de ganar el campeonato doméstico. Por lo menos mantiene la esperanza blanca.
El Athletic Club hace unas semanas prácticamente no tenía opciones de meterse en Europa la próxima campaña y se ha acabado convirtiendo en uno de los jueces de LaLiga. Va y gana a Sevilla y a Atlético de Madrid, que se están jugando el título. Y ojo, en la penúltima jornada recibe al equipo de Zidane.
El Atleti… sufridor como nadie. Se podría haber dejado parte de sus aspiraciones al título en el Martínez Valero de Elche. Ganó 0-1 y se encomendó al palo para evitar que Fidel empatase el partido en el descuento desde el punto de penalti. No apto para cardíacos.
También he oído en varias ocasiones esta temporada eso de “es que Messi no aparece” o “es que Borja Iglesias no tiene gol”… Y esto es como Google, que te escucha hablar de algo y después no para de mostrarte anuncios para que acabes comprando. Pasa igual, basta que digas algo para que el 10 enganche una volea para batir a Aitor o que el Panda, con un doblete, acerque al Betis a Europa. El mal del comentarista, del periodista, del aficionado, del tribunero… de todos.
El que acierte quién gana esta liga, quién se salva, quién baja y quién se mete en Europa… o ha hecho muchas quinielas o se la ha jugado y ha salido cara, es decir, suerte. Esta es la gracia, la emoción, el picante de esta liga y esta temporada. Conclusión, a disfrutar de lo que queda porque no sabemos cuándo se volverá a repetir.
Imagen de cabecera: ImagoImages