Orgullo. No puede haber una palabra que describa mejor la sensación que hemos experimentado a lo largo de los últimos años siendo testigos del crecimiento del fútbol femenino español. No somos sus padres, pero de algún modo todos los que seguimos este deporte desde hace décadas hemos celebrado cada uno de sus logros como si de los de un hijo se tratara. Quizás hemos tomado ya por habituales cosas que hace 10 años eran poco menos que un sueño, dejando de otorgarles el mérito que realmente tienen, pero debemos ser conscientes en todo momento de que nuestro futfem avanza a pasos agigantados hacia lo más alto, y no parece que vaya a detenerse por nada ni por nadie.
Es cierto que el desesperante escenario de estancamiento que vivimos en el proceso de profesionalización está frenando una evolución que parecía meteórica, y que ahora ante tal panorama, avanza más lentamente. Pero esto ya no hay quien lo pare. Se tardará más o menos, será antes o después, pero acabaremos por ver la luz al final del túnel. Y cuando eso suceda estaremos en una situación privilegiada en el plano deportivo, puesto que para el resto de países nuestro fútbol femenino es ya un referente a nivel mundial.
Quién lo podía imaginar. Si hace una década nos hubieran dicho que en unos años la mejor jugadora del planeta sería una compatriota nuestra, probablemente hubiéramos pensado que nos tomaban el pelo. Hemos babeado viendo jugar a Marta, a Carli Lloyd, a Dzsenifer Marozsan, a Alex Morgan, a Ada Hegerberg, a Megan Rapinoe… debatiendo sobre quién de ellas merecía estar cada temporada en lo más alto. Y ahora, ese debate ha dejado de existir, al menos por nuestra parte. No hay duda, Alexia Putellas es la mejor futbolista del mundo a día de hoy. Y verla con un Balón de Oro en sus manos consigue dibujarnos una enorme sonrisa de satisfacción en el rostro.
A nivel de clubes el orgullo nos invade de la misma manera. En las últimas temporadas tanto FC Barcelona como Atlético de Madrid se habían convertido en habituales de los cuartos de final de la UWCL, algo que tiempo atrás parecía impensable. Una evolución que nos ha permitido disfrutar de la presencia de un club español en la finalísima de hace tres años, y de tener en la actualidad al mejor equipo de Europa en la Primera Iberdrola. El Barça lo hace fácil y bonito, arrasa allí por donde pasa y la perfección que roza en todos sus encuentros lo ha convertido en el rival a batir para el resto del continente. El campeón es de los nuestros. Saquemos pecho pues y sigamos disfrutando.
Y a nivel de selecciones el futuro no puede ser más prometedor para las nuestras. Venimos de un mundial en el que dejamos muy buenas sensaciones, superando por primera vez la fase de grupos y plantando cara en octavos a la todopoderosa EEUU. Además, en unos meses afrontaremos el reto de la Eurocopa de Inglaterra llegando a ella con un cártel que nunca antes había colgado de nuestro cuello; el de favoritas. Así que parece evidente que La Roja nos brindará muchas alegrías en un futuro no muy lejano.
Y por si lo contado hasta ahora nos pareciera poco, a principios de temporada, allá por el mes de septiembre, fuimos testigos de otra hazaña de nuestro fútbol femenino. Al Levante le tocó bailar con la más fea en la eliminatoria previa a la fase de grupos de la Womens Champions League, donde debía enfrentarse al temible Olympique de Lyon. Las francesas, siete veces campeonas de Europa, seguían infligiendo temor a cualquier equipo que pudiera cruzarse con ellas, pero el conjunto granota le plantó cara dando una exhibición de pundonor de las que no se olvidan. No pudo lograrse la clasificación, pero dos derrotas por la mínima y un juego de tú a tú volvieron a demostrar que los equipos españoles están ya para competir con cualquiera.
Alexia es Balón de Oro. El Barça campeón de Europa. España está en el top ten de la FIFA y empieza a atemorizar a sus rivales. Y el Levante fue capaz de plantarle cara a todo un Olympique Lyonnais. No pares de crecer, ya sea despacio o deprisa, pero sigue evolucionando. Y nosotros, orgullosos, seremos testigos desde aquí de cómo tras un largo camino recorrido, el fútbol femenino español sigue cosechando éxitos.
Imagen de cabecera: Primera Iberdrola
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