El patrocinio deportivo se ha convertido desde décadas atrás en un negocio de miles de millones de euros dónde el triunfo sólo se concibe al noquear a la competencia robándole a las estrellas que representan su marca. Son muchos los golpes asestados por parte de una multinacional del deporte hacia otra. Uno de los más sonados, lo propició Adidas al hacerse con Leo Messi en 2006. No tardó mucho Nike, que contrarrestó el golpe logrando vestir a la selección de Francia, convirtiendo la camiseta gala en la más cara. 300 millones de euros recibió la Federación Francesa provenientes de la estadounidense Nike.
Meses atrás se hizo público el acuerdo entre Adidas y el Manchester United –club que más camisetas vende con permiso del Real Madrid- por 10 temporadas a 94 millones de euros cada una, dejando a su competidora Nike sin uno de los puntales de su portfolio. A este acuerdo, se añade la renovación del convenio de la marca alemana con el Bayern -club del que Adidas es propietario minoritario- por 80 millones al año más incentivos por títulos conquistados hasta el 2030. Adidas con ambos acuerdos ha producido un serio golpe de efecto en el mercado del patrocinio deportivo desencadenando posiblemente un movimiento de márketing en el deporte a nivel mundial.
Lo que parecía ser un ‘Knock Out’ de Adidas hacia Nike, puede no serlo. Dos de los clubes más grandes de Europa, FC Barcelona y Real Madrid están pendientes de renovar sus acuerdos con Nike y Adidas respectivamente. El primero, es el único equipo presente en las semifinales de la Champions League al que vestirá Nike el próximo curso que, junto los detalles del acuerdo del Bayern con la marca competidora puede afectar considerablemente las negociaciones que el Barça mantiene con la multinacional norteamericana con el objetivo de renovar un contrato que expira en 2018.
Por otro lado, el Real Madrid, actual campeón de Europa y conocedor de las condiciones con las que Adidas ha acordado vestir a Manchester United y Bayern de Múnich, no querrá ser menos. Aquí es cuando Nike, salvada por la campana, puede contragolpear a una hipotecada y condicionada Adidas con los contratos ya cerrados. Probablemente Adidas no pueda acceder a las pretensiones del Real Madrid y Florentino Pérez, lo que convierte a Nike en clara favorita para lograr algo que lleva soñando hace ya mucho tiempo; juntar uno de sus principales embajadores, Cristiano Ronaldo, con el Real Madrid –club que más camisetas vende a nivel mundial-.