Si nos pusiésemos a leer artículos de este verano sobre candidatos a hacerse con la SuperBowl, nos encontraríamos a equipos como Patriots, Packers, Ravens, Colts o Seahawks. Algunos de ellos están cumpliendo los pronósticos en la NFL y otros están siendo las grandes decepciones de la temporada. Pero un equipo que nunca estuvo en esas quinielas son los Carolina Panthers. Algo que viendo la plantilla es algo lógico, todo sea dicho.
Y es que, aun habiendo sido campeones de división el año pasado, hay que recordar que el nivel de la NFC Sur en 2014 fue poco menos que lamentable, y que ese título divisional y el correspondiente pase a playoffs lo consiguieron con una triste marca de 7-8-1.
Si a esas sensaciones añadimos la lesión de Kelvin Benjamin, su mejor receptor (por no decir el único decente que tenían), que ganasen la división con un récord parecido parecía que podía ser su tope este año en la NFL.
Por todo esto, lo que están viviendo este año los fans de los Panthers no podría haberlo imaginado ni el más optimista. A estas alturas de la temporada son uno de los mejores equipos de la competición, y pese a su asequible calendario de principios de temporada ya han ganado a equipos como Eagles o Seahawks que podrían ser, a priori, dos de sus rivales más fuertes este año.
La defensa sigue siendo una de las mejores de la liga, una de las que menos puntos conceden y jugando especialmente bien contra el pase. Han sabido reaccionar a bajas importantes como la de Charles Jonhson haciéndose con el veterano Jared Allen, que en una 4-3 ha vuelto a sentirse jugador de football. También cuentan con una de las sorpresas de la temporada como es el CB Josh Normal, seguramente en el top-3 de la posición ahora mismo.
Además de tener una pareja de linebackers que lo placa todo. Ver moverse por todo el campo a Luke Kuechly y Thomas Davis es todo un espectáculo.
El problema de este equipo parecía ser el juego de pase, ya que un cuerpo de receptores formado por Ted Ginn Jr., Philly Brown, Jerrrico Cotchery, Brenton Bersin y David Funches es lo mejor si quieres que tu QB quiera morirse del asco. Pero aquí es donde entra el gran protagonista del equipo, Cam Newton. La estrella de los Panthers está siendo capaz de hacer funcionar un ataque de pase que no parecía tener ningún futuro. Posiblemente esté haciendo su peor temporada en cuanto a números, pero viendo lo que tiene alrededor es poco menos que un milagro. Se ha echado el equipo a sus hombros y a ver quién lo para.
No quiero olvidarme de la línea ofensiva, cuyos cambios han mejorado la protección a Newton, lo que le da un poco más de tiempo y mucha más seguridad.
Y si funciona el juego de pase es, además, por el gran juego de carrera que establecen los de Carolina. Jonathan Stewart está mucho más cómodo como único RB que compartiendo snaps como años anteriores y su compenetración con Newton parece ser cada vez mejor. Sólo hay que ver cómo juegan esa read-option para comprobarlo.
No son el mejor equipo, ni el más anotador, tampoco el más divertido de ver un domingo por la tarde, pero lo que es seguro es que uno de los más temidos por sus rivales. No se contaba con ellos pero aquí están…son SuperCam & Cía.