Mucho se ha hablado este año de los Denver Broncos, pero como siempre, ha sido por Peyton Manning. Los continuos rumores sobre su posible retirada después de su declive más que evidente la temporada pasada, así como las especulaciones sobre el estado de forma que tendría este 2015, han acaparado muchos artículos y horas de debate. Pero por muy mediático que sea todo eso, ha pasado sin ninguna duda a un segundo plano.
Si hay algo que está causando sensación esta temporada en estos Broncos es su espectacular defensa. Una defensa capaz de asfixiar a los QBs rivales una y otra vez, snap tras snap, hasta hacerlos cometer errores o acabar con la boca llena de césped. Y es que ver jugar a esa defensa contra el pase es toda una gozada para los aficionados (excepto para los del equipo rival).
Que la liga está totalmente orientada al pase no es ningún secreto, como tampoco lo es que los jugadores estrella de la defensa son los pass-rushers, cuya misión es acabar encima del QB rival cada vez que sea posible. Y por eso muchos equipos tienen un buen rusher que suele provocar el pánico, normalmente por la zona izquierda, de la línea ofensiva.
El problema para esa línea es cuando dos de los mejores pass-rushers de la liga te atacan por ambos lados, y además tienen que preocuparse de parar lo que puede entrar por el centro desde atrás. Y ahí es donde aparecen en escena los dos grandes protagonistas, Von Miller y Demarcus Ware. Dos auténticas bestias pardas que no hacen más que aumentar su número de sacks cada semana.
Von Miller llegó a la liga en 2011 y desde entonces sus números han sido más que buenos, era el jugador llamado a ser el líder de esa defensa y vaya si lo está siendo. Distinto es lo de Ware, un jugador veterano que había sido la pesadilla de los QBs en durante sus años en los Cowboys y que parecía que podía comenzar su declive. Dos años después parece haber rejuvenecido y está jugando a un nivel que asusta.
Pero Ware y Miller no sólo están haciendo un magnífico trabajo con sus números, sino que también atraen mucha atención de los rivales y eso hace que haya otros que lo estén aprovechando. Y es que, casi no hay jugadores en la defensa de estos Broncos que no consiga hacer algún sack al tener que poner muchas veces los contrarios a dos jugadores pendiente de cada uno de los rushers.
Además de un gran front seven, los Broncos tienen una gran secundaria con jugadores como Aqib Talib, Chris Harris y TJ Ward. Todos ellos con bastante experiencia en la liga como titulares y cuajando buenas temporadas allí donde han estado. Esta es su tercera temporada juntos, y esa compenetración, junto a un pass-rush tan brutal, hace aún más complicado poder pasar contra estos Broncos.
Tiene pinta de que este año va a ser muy complicado ganarles, y va a pasar más por intentar dejarlos en pocos puntos que por intentar meterles muchos. Así que, en caso de que los Broncos lleguen muy lejos, en caso de que puedan alcanzar la gloria conquistando la ansiada Superbowl, recordad esos nombres de los que he hablado antes. Su consigna ya la sabéis…No pasarás.
